09 junio 2008

Al principio fue el disco...

Una mañana de estas me entretuve con F haciendo fotografías a discos de ordenador, desde fijos a removibles. Las cintas (otro día vemos algunas) ya no se usan. Los discos, en cambio, siguen siendo una tecnología segura y rápida. Sólo que no siempre pudieron llevarse en el bolsillo. Comencemos...

Una unidad con tres discos de 40 cm de diámetro y un peso de una docena de kg. La pieza negra de la derecha es el motor que hace girar el eje. F ha conseguido rastrear el modelo: un Data General de 5 (cinco) Mb de capacidad (los tres platos juntos, no cada uno) y en uso desde 1982 a 1988. Motores y discos aún giran pero ya no hay ordenadores que sean capaces de manejarlos.

Detalle de una cabeza de lectura/escritura. Aquí pueden distinguirse los tres discos.



La aparición de los discos flexibles (disquettes o floppys) en los años 70 fue un gran avance para facilitar la movilidad de la información, el almacenaje y las copias de seguridad. Inicialmente se fabricaron de dos tamaños: 8 y 5 ¼ pulgadas. Ambos eran una delgada lámina de plástico con una capa magnética en un "sobre" de cartón. No se les podía pedir mucho, apenas 1.2 Mb para los grandes (ya evolucionados, al principio era menos) y 360 kb para los pequeños. Bastante después aparecieron los de 3 ½ en carcasa de plástico. Estos últimos llegaron a almacenar 1.44 Mb a finales de los 80.
Arriba pueden ver un lector para discos de 8 pulgadas. Con un peso de unos 6 kg su tamaño era de unos 40 x 25 cm (el CD de 12 cm de diámetro que hay encima permite hacerse una idea).

Cuando era necesaria una mayor movilidad se usaban discos removibles. El de la foto de arriba mide unos 35 cm de diámetro y se insertaba en el lector de forma que los cabezales entraban por la ventana rectangular para alcanzar el disco interno. Como en la unidad anterior, los discos parecen fabricados de baquelita.

Esta unidad de 4 discos de acero ya tiene dimensiones más moderadas, de unos 15x12 cm y un peso más discreto (aunque no demasiado, sorprende cuando lo levantas).

Iomega sacó a mediados de los 90 los discos ZIP que usaban el mismo material que los floppys de 3.5 pulgadas pero podían almacenar 100 Mb debido a que no había rozamiento con la carcasa ni contacto con las cabezas lectoras.

El siguiente avance dentro de los discos magnéticos removibles fue el JAZ, todo 1 Gb de información comercializado a partir de 1997. JAZ usaba dos platos internos con tecnología similar a los discos duros de la época.

¿Y en qué estamos ahora? No resisto la tentación de enseñarles el último juguete, este algo más moderno. Resulta que tenemos algunos análisis que espero contarles pronto cuya ejecución lleva bastantes horas de CPU y cuyo almacenamiento, incluso borrando resultados intermedios, puede requerir unos cientos de Gb. Para estas cosas hemos tenido que acudir a unidades como la de la foto: 4 Tb de discos extraibles en modo RAID 5.

3 comentarios:

Sin Paliativos dijo...

Está muy bien hecho este artículo. Nos acordamos aún de los Zip, que bueno! Me acuerdo el comentario en esa epoca: -Como?? que 100 megas, wow!!! jajaa
Como pasa el tiempo...

Saludos

Arturo dijo...

jorobas, este último cacharro debe de costar sus buenos duros. La SGAE tiene que estar frotándose las manos que lo que recaudará el estado a partir del dichoso "canon".

Ángel M. Felicísimo dijo...

Esta última unidad cuesta 1690 euros, a 0.42 euros el Gb. Es un buen invento además porque cada disco es físicamente independiente y al configurarlo como RAID 5 hay redundancia de datos y en caso de avería de un disco no se perdería nada. Saludos y disculpas por no contestar antes, he estado de viaje toda la semana.

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