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25 octubre 2013

Escaneado 3D de una pieza arqueológica con escáner láser

Una de nuestras líneas de trabajo en la universidad es la construcción de modelos 3D interactivos de piezas arqueológicas y artísticas. En este vídeo se muestra la parte inicial de ese proceso, donde la pieza se escanea con un escáner láser que genera un modelo de puntos sobre el cual se superpone la textura tomada con fotografías por en mismo escáner. Este proceso es automático aunque probablemente haya que hacer un segundo escaneo con la pieza girada para cubrir zonas ocultas. Al final se muestra como queda el modelo cuando se incrusta en un documento PDF, algo de enorme interés porque puede ser difundido por internet con facilidad.
 

08 septiembre 2013

Cómo hacer y difundir modelos 3D interactivos

Hemos publicado un artículo donde explicamos como hacer modelos tridimensionales de piezas arqueológicas (o lo que sea, claro) e incrustarlas en un PDF. Con este procedimiento se consiguen documentos que puedes enviar por internet donde el usuario puede ver las piezas, rotarlas, ampliarlas o reducirlas, hacer secciones en cualquier plano y lugar, medir dimensiones, cambiar la iluminación... Para todo esto basta con leer el citado PDF con Acrobat Reader. Pongo el enlace abajo, los interesados podeis descargar el ejemplo para ver las posibilidades de esta técnica.
Importante: es necesario descargarlo y abrirlo con Adobe Acrobat Reader ya que los otros visores de PDF (incluidos los de los navegadores) no interpretan los objetos 3D.

Artículo completo en Technical Briefs in Historical Archaeology (Society for Historical Archaeology).
Ejemplo para descargar (22.4 MB).

Resumen en inglés:
Three-dimensional (3-D) laser scanners build 3-D models of objects and have direct application in the cataloging of artifacts and in archaeological documentation. Some low-cost scanners are suitable for small objects because the scanners have high accuracy and the ability to capture color and textures. This paper provides the workflow and the steps needed to scan small objects using a low-cost scanner, to build textured 3-D models, and to transmit these models embedded in portable document format (PDF) files. The proposed procedure permits interaction with objects in various ways, including making measurements and building sections. The results enable the dissemination of high-precision interactive models, readable with free software, thereby facilitating the study of the metric and morphological features of archaeological objects.
Two views of gabbro adze with double-bevel polished edge from the dolmen of Guadancil 1, Garrovillas de Alconétar (Cáceres, Spain), 2012 season. Scale in centimeters. (Photo by ÁMF, 2013.)

22 abril 2012

El museo en el aeropuerto de México

El blog Antigua y medieval publicó hace unos días un post titulado El Museo Nacional de Antropología expone 100 piezas prehispánicas. Se trata de piezas de culturas del antiguo México (teotihuacana, tolteca, mexica, maya...) con las que se ha editado un volumen con fotos procedentes del proyecto de digitalización denominado MNA-Canon.

Al ver las fotos me acordé de otras que había sacado yo en un viaje a México de hace un par de años. En ese viaje estuvimos trabajando y apenas tuvimos un día para hacer una visita. El caso es que al final me quedé con las ganas de ver los sitios arqueológicos que salen en todos los libros. No pudo ser pero tuve la suerte de que, cuando ya había abandonado toda esperanza, me encontré en el propio aeropuerto con una magnífica muestra de grandes piezas arqueológicas. Y otra casualidad ha sido que algunas de ellas parecen ser las mismas que las que aparecen en la exposición de las 100 piezas prehispánicas.

Aprovecho este fin de semana para rescatar algunas de ellas del archivo y mostrárselas. Disculpen algunos fallos pero la iluminación era muy escasa y no dejaban usar trípode. Si alguien puede darme más detalles de las piezas para poner una información correcta el pie de cada foto lo agradeceré.




Cabeza olmeca

Atlante (Tula, 900-1250 dC).
Debo reconocer que la antiguas culturas mesoamericanas me atraen y me repelen al mismo tiempo. Casi siempre con un toque siniestro pero con algunas piezas de una estética insuperable. Situadas más lejos de lo que la geografía nos señala son, para los hijos de las culturas mediterráneas, extrañas rayando en lo incomprensible. Como resultado tengo varios libros con buenas fotos de todo el tinglado pero me queda aún cumplir con una visita de viajero (no de turista) a algunos lugares necesarios.

19 febrero 2012

El dolmen de Lácara

Hace unos pocos miles de años, allá por el calcolítico, los habitantes de lo que luego se llamaría Extremadura construyeron un gran monumento funerario. Tras las habituales y nunca amables vicisitudes históricas, hoy tenemos a la vista parte de una cámara mortuoria a la que se accede por un corredor, todo ello construido con grandes piedras. En su momento, cuando servía de monumento funerario, todo el conjunto estaba cubierto de tierra lo que suponía un túmulo elíptico de 35 m de eje mayor y 5 m de altura, ya que debía cubrir las grandes piedras que cerraban la cámara final, hoy perdidas.
Ayer me acerqué a última hora de la tarde aprovechando que el frío ha aflojado un poco estos días y buscando un Sol ya muy bajo para evitar la dureza de la sombras. Les dejo unas fotos para que lo disfruten. En mi cuenta de Flickr tienen las versiones de tamaño grande con licencia Creative Commons.
Vista general con la cámara funeraria en primer plano. Todas las piedras (8) que forman la cámara, de unos 5 de diámetro, tendrían la altura de la que hoy queda intacta, a la derecha del corredor, de 5,2 m. El conjunto, algo inclinado hacia el interior y que, por tanto, que se cierra en altura, estaría cubierto por una gran losa horizontal de la que no quedan restos.
Entrada al corredor. Fotografía hecha desde el "vestíbulo", de unos 6 m de largo y antes también cubierto. Las jambas y la piedra superior forman una entrada de apenas 1x1 m a las llamadas "antecámaras", hoy aún cubiertas. Las dos antecámaras se diferencian por una segunda puerta definida por dos piedras más estrechas que se ven a continuación en la foto. Al fondo está la cámara funeraria a la que se accede a través de una tercera puerta.
El corredor desde la cámara. la octava losa que formaba la cámara estaba apoyada sobre el dintel de esta entrada, donde se observa una acanaladura tallada que serviría de asiento.
El dolmen de Lácara fue mencionado, que se sepa, por primera vez en 1875 por el escritor Vicente Barrantes y visitado por el arqueólogo Juan Ramón Mélida a primeros del siglo XX. Este fue quien consiguió incluirlo en el catálogo de Monumentos Nacionales en 1931, aunque sin realizar excavaciones ni estudios.
Las primeras campañas se realizaron por Martín Almagro Basch entre 1957 y 1958. Las excavaciones mostraron que el túmulo había sido saqueado desde muy antiguo y que los restos, tanto óseos (algunos humanos, de los antiguos enterramientos) como de puntas de flecha o cerámica, estaban desordenados y revueltos. También se dedujo de los restos, que la estructura había sido utilizada como vivienda durante siglos, dados los niveles con hogares encontrados.
En el momento de la excavación de Almagro, éste menciona que el túmulo está bien conservado y delimitado por 24 piedras de contención, de las cuales la mayor cierra el "vestíbulo", primera parte del corredor. El corredor está orientado aproximadamente de Este (entrada) a Oeste (cámara) y mide 20 m de largo por algo más de 2 m de ancho en su interior.
Respecto a los útiles encontrados en las excavaciones, Almagro menciona muchos aunque muy mezclados: dos puntas de flecha de bronce y un centenar de sílex, una plaza de pizarra de unos 20 cm grabada a buril con motivos geométricos triangulares, piezas de adornos, como cuentas de pizarra, fragmentos de hojas de lanza o cuchillos de sílex, fragmentos de cerámica, etc.

Con bastantes dificultades podemos encontrar en internet la referencia científica de mayor interés sobre este monumento, escrita por el mencionado Martín Almagro Basch y de donde he sacado la mayoría de los datos mencionados en el post:


El dolmen es fácil de encontrar aunque no se suele incluir en los circuitos turísticos habituales. Si circulan por la autovía A-66 en sentido Cáceres-Mérida, abandonen ésta unos 15 km antes de llegar a Mérida, en la salida Aljucén-Nava de Santiago. Tomen la EX-214 hacia la Nava de Santiago y a unos 8,5 km verán una señal indicativa no muy grande. Crucen la carretera a la izquierda y dejen el coche ya que a unos 100 m comienza el camino. Este debe hacerse a pie, está bien marcado y nos llevará al monumento sin dificultades en unos diez o quince minutos atravesando un paisaje de dehesa. 

07 julio 2011

Yale y las piezas arqueológicas de Machu Picchu

Del mismo modo que para ver el Partenón es mejor ir al Museo Británico que a Atenas, para ver Machu Picchu habría que ir a la Universidad de Yale. El motivo es que desde hace casi 100 años, esta universidad tiene decenas de miles de piezas arqueológicas procedentes de la ciudadela peruana.
La historia comenzó con Hiram Bingham, un profesor de historia que llegó a Machu Picchu en 1911 y que en los años siguientes estudió cuidadosamente el lugar. Como parte de esos estudios Bingham se llevó unas cuarenta y cinco mil piezas (Yale dice que "sólo" tiene una décima parte) a la Universidad de Yale que, con la National Geographic Society y el propio gobierno peruano, apoyaban la expedición.

Foto de la ciudadela tomada por Bingham en 1911.
La noticia, casi a los 100 años de la llegada de Bingham al lugar, es que finalmente se ha conseguido firmar un acuerdo de devolución de piezas a Perú. Esta devolución no se hará de forma inmediata ni incondicionalmente. Las piezas estarán en un futuro Centro Internacional UNSAAC-Yale para el Estudio de Machu Picchu y la Cultura Inca. El objetivo de este centro es la exposición y conservación de las colecciones arqueológicas pero también mantendrá a Yale con acceso privilegiado a las colecciones mediante un programa de cooperación en investigación. Otra de las condiciones es que una parte de las piezas no especificada se quedará en los EE.UU. en calidad de préstamo para su exposición en el Museo Peabody de la universidad.
El primer envío, formado por 363 piezas, llegará estos días a Perú a propósito de la conmemoración (?) del centenario de la llegada de Bingham a Machu Picchu. El resto tendrá que esperar un poco más y se dice que será devuelto en dos plazos: diciembre de 2011 y diciembre de 2012.

Hiram Bingham en 1912.
Sorprendentemente, ni en el museo (Yale Peabody Museum of Natural History) ni en el archivo de imágenes de la universidad (Yale Photo Collection) es posible encontrar una sola foto de los objetos de Machu Picchu.


Sala de trabajo dedicada a las piezas de Machu Picchu en Yale.

17 abril 2011

Fotografía periférica o "rollout"

Se conoce con este nombre a la técnica fotográfica que persigue "desenrollar" un objeto para verlo en conjunto en algo semejante a una proyección cilíndrica. La rollout photography (RP) se ha utilizado sobre todo en documentación arqueológica para apreciar en su conjunto la decoración de vasijas o jarras.
Curiosamente no hay información técnica sobre RP en internet y muy pocos ejemplos. La mayoría son de proyectos realizados sobre cerámica mesoamericana y se deben a la Fundación para la Investigación Antropológica de América Latina (FLAAR). En esta organización se utilizan cámaras de medio o gran formato aunque no dan demasiados detalles sobre las técnicas ni materiales. En Maya-Archaeology hay noticias breves sobre proyectos y alguna fotografía que aporta algo de información, por ejemplo:
Rollout de la cenefa interior de un plato maya.
Montaje de FLAAR para RP donde parece que el objeto (¿cacao?) está sobre una plataforma giratoria motorizada. No he podido identificar la cámara.
Por motivos que les contaré en unas semanas me he puesto a ensayar esta técnica ayer por la mañana. Como puede suponer, ni plataforma motorizada ni cámara de medio formato pero sí mucha curiosidad. Les cuento lo esencial de la cuestión y si alguien es capaz de completar o corregir algún detalle se lo agradeceré.
El objeto es una pieza que compré hace unos años en Grecia y que pueden ver abajo.

Cerámica de Corinto con decoración figurativa.
La técnica es simple pero tiene un par de trucos. El primero es que tenemos que usar algún sistema que nos permita girar la pieza a intervalos más o menos fijos y sin cambiar la distancia a la cámara. Tras algunas pruebas hice la siguiente chapucilla con pegamento, una tarrina de CD y un cilindro de cartón:

Base rotatoria de "baja tecnología" (por decirlo de alguna manera).
La cosa consiste en una base de una tarrina de CD. Encima se le pone un CD que girará sobre el pivote central y que se marca con un rotulador a intervalos de 10º. Sobre este CD se pega un cilindro de cartón cuidando que esté bien centrado. Finalmente, otro CD pintado de negro y pegado en la parte superior del cilindro hará de plataforma.
El soporte se pone sobre un fondo sin pliegues (yo uso goma EVA blanca, gris o negra), se ilumina y se comienzan a hacer las fotos cuidando que tanto la cámara como la jarra estén niveladas. Comenzando en la posición 1 el conjunto cilindro/CDs/pìeza se hace girar a mano tras cada toma hasta completar una vuelta completa y repitiendo la primera (19 fotos a intervalos de 20º).
El segundo truco, por llamarlo de alguna forma, es que las fotos solo serán útiles en su parte central, la que tiene menos distorsión. Por eso el primer proceso que hay que hacer es recortar esas fotos con el mismo marco. El resultado son 19 fotos como la siguiente:

Zona central de la foto 1.
Al final de este proceso disponemos de 19 fotos de 1629x4928 píxeles todas ellas algo solapadas. Finalmente queda el proceso de fusión que, a falta de software específico (no encontré ninguna referencia al respecto), hice con PTGui. El resultado es un TIFF de 12507x3737 píxeles que les pongo abajo muy reducido y en formato JPG para que no ocupe demasiado. Pulsen encima para ampliar hasta el 50% del tamaño original, que se ve muchísimo mejor.

"Rollout" de la pieza de cerámica griega, pulsar encima para ampliar.
¿Cosas pendientes? Usar una iluminación decente y hacer una calibración de color, cosa que en esta prueba no he hecho. Me he limitado a usar un filtro polarizador para reducir unos brillos bastante molestos y poco más. La cámara, lógicamente, estaba montada en un trípode y se manejó desde un PC conectado con un cable USB.

Actualización: me informan de que en FAMSI se ha utilizado con frecuencia este tipo de técnica. Hay una página donde Justin Kerr nos cuenta su experiencia, a veces no muy positiva, en los tiempos de la foto analógica. Finalmente podemos buscar en la Maya Vase Database para ver los cientos de fotos rollout hechas por Kerr. Por ejemplo, el famoso "vaso de Princeton":

Vaso K511 ("Kerr number") de 22 cm de altura y 47 cm de circunferencia. Hay un artículo sobre este vaso (no sobre la foto) que puede descargarse en PDF aquí.

16 noviembre 2010

Hace dos mil años

Hace tiempo murió un ciudadano romano residente en Colonia Iulia Augusta Emerita. Un artista le hizo un retrato para que quien visitara su tumba pudiera recordarle tal como era al final de su vida. Sin que sepamos la razón, la necrópolis se abandonó y cayó en el olvido. Durante dos mil años su busto en mármol estuvo oculto, enterrado entre otros restos. Tras el abandono de un cuartel militar, la zona comenzó a excavarse hace pocos años. En octubre del 2009, el retrato salió de nuevo a la luz y hoy podemos verlo en una exposición temporal en el Museo de Arte Romano de Mérida.


Notas sobre las fotografías: la iluminación en el Museo es muy pobre y no dejan usar trípode (ni flash, claro). Estas dos fotos son las únicas que conseguí nítidas de más de veinte. Hubo que hacer una corrección de blancos ya que el foco que ilumina esta pieza tiene una temperatura de color de 2400 K y lógicamente las fotos salen rojizas.  

12 enero 2010

¿La Biblia se escribió mucho antes de lo supuesto?

Pues no necesariamente. La noticia se ha publicado en varios lugares como, por ejemplo, en el diario digital Público.es donde titulan "La Biblia se escribió 10 siglos antes de Cristo". La afirmación pretende sostenerse en una cadena de hechos y supuestos que comienzan a las 10 de la mañana del día 8 de julio de 2008, cuando un voluntario de 17 años llamado Oded Yair encontró un trozo de vasija de unos 15 x 15 cm. Yair se encontraba en un lugar llamado Khirbet Qeiyafa donde hubo hace ya 30 siglos una ciudad fortificada aún no identificada. No fue hasta media tarde que Sang-Yeop Jang, el supervisor de la zona, se dió cuenta de que el fragmento era un ostracon: un trozo de cerámica que contenía unas líneas escritas aparentemente con tinta.


El primer examen mostró cinco líneas de escritura separadas por rayas y con caracteres muy arcaicos en un estilo llamado Proto-Cananita. La lengua no fue identificada inicialmente aunque en octubre de 2008 se aventuró que era hebreo y se comunicó que se habían identificado palabras como "rey", "esclavo" y "juez".
La noticia más reciente es la publicación del texto completo ya traducido y la confirmación de que se trata de hebreo, basada en el uso de ciertos verbos propios del hebreo y en el contexto social de lo escrito. La importancia del hecho radica en que hasta el momento es el texto más antiguo localizado en esta lengua, unos 5 siglos anterior a los texctos conocidos.
Hasta aquí todo correcto: una noticia arqueológica más de innegable trascendencia. El problema comienza cuando al traductor del texto, Gershon Galil, del Departamento de Estudios Bíblicos de la Universidad de Haifa, le parece poco lo conseguido y declara lo siguiente:
Esto indica que el Reino de Israel ya existía en el siglo X a.C. y que al menos algunos de los textos bíblicos fueron escritos cientos de años antes de las fechas aceptadas hasta ahora.
De la información disponible no se entiende qué tiene que ver el "Reino de Israel" en este asunto (salvo por "contaminación" patriótica) ni, por supuesto, se deduce que la Biblia haya sido escrita en alguna de sus partes en ese momento ya que el texto descifrado, por añadidura, no es bíblico (lo cual no impide titulares como el de Science News: "Most ancient Hebrew biblical inscription deciphered").
La cadena de hechos y suposiciones es, en resumen:
  • se descubre un texto del siglo X a.C.
  • parece que el texto es un hebreo arcaico
  • hay una "teoría" que asume que la Biblia comenzó a escribirse al nacer esa lengua
  • luego la Biblia se escribió en el siglo X a.C.
La cosa queda aún más en evidencia cuando existen traducciones menos alegres y menos imaginativas. La de Galil es la siguiente (la dejo en inglés para no liarla aún más).

1 you shall not do [it], but worship the [Lord].
2 Judge the sla[ve] and the wid[ow] / Judge the orph[an]
3 [and] the stranger. [Pl]ead for the infant / plead for the po[or and]
4 the widow. Rehabilitate [the poor] at the hands of the king.
5 Protect the po[or and] the slave / [supp]ort the stranger.

La de John Hobbins (citado aquí) es:

1 Do not do [anything bad?], and serve [personal name?]

2 ruler of [geographical name?] . . . ruler . . .

3 [geographical names?] . . .

4 [unclear] and wreak judgment on YSD king of Gath . . .

5 seren of G[aza? . . .] [unclear] . . .

Da pánico comparar ambas ¿no? Espero que no toda la arqueología se haga de esta forma.

P.S. Aquí tienen información competente y un debate interesante.

06 junio 2009

Lenguajes y entropía: el polémico caso del Indo

Allá por el 2600 a.C. surgió en el valle del Indo la primera cultura del Sudeste asiático de la que tenemos noticia. Pueden encontrar referencias por muchos sitios, entre ellos, lógicamente, la Wikipedia. Lo que nos interesa aquí es su "escritura": se han encontrado miles de artefactos de todo tipo con signos que, hasta el momento, no han sido descifrados. Es más, probablemente no lo sean nunca a menos que aparezcan nuevos hallazgos importantes ya que las inscripciones son muy cortas, con apenas media docena de signos de longitud media, con un record de 17 signos para el texto más largo (ver abajo) y con abundancia de inscripciones con sólo uno o dos signos. Por añadidura, se desconoce la lengua original, sus filiaciones no son seguras y no hay textos bilingües.
ResearchBlogging.org

Para mayor complicación, no hay consenso completo sobre la cantidad total de signos existente. La hipótesis minimalista señala que apenas 20 y supone que los signos son composiciones de trazos más simples que compondrían pictogramas. Parece, sin embargo, que esta interpretación es compartida por su autor y poco más. En el otro extremo, la hipótesis más generosa acumula hasta 600. Lo más admitido propone que existen entre 300 y 400 signos. Con sólo ocho de ellos ya completamos un tercio de los signos en las inscripciones descubiertas (varios miles), mientras que hay un par de cientos de signos que sólo aparecen una o dos veces en el conjunto de las inscripciones.

El recuento de 300-400 signos prácticamente excluye que el sistema del Indo sea una escritura alfabética (no pasan de 40) o silábica (40 a 100 generalmente). Actualmente se piensa que estos signos, de ser algo, serían logofonéticos pero, con este panorama algunos dudan incluso de que formen una escritura y que sería un sistema no lingüistico como, por poner un ejemplo actual, el de las señales de tráfico. En conclusión, se ha formado un curioso e intenso debate entre los partidarios de una y otra hipótesis: ¿lenguaje o sistema no lingüistico?

La inscripción más larga (17 signos) de la "escritura" del Indo.

Hace pocos días se publicó en Science un artículo titulado Entropic Evidence for Linguistic Structure in the Indus Script donde Rajesh P. N. Rao y cinco firmantes más utilizan la entropía como indicador de que sí, que esos signos del Indo forman parte probablemente de una escritura. Veremos al final, sin embargo, que alguien ha contestado en apenas unos días calificando el artículo de completamente erróneo.

Pero antes, ¿qué pinta la entropía en todo esto? La entropía, desde una de las múltiples perspectivas que se usan, puede entenderse como la cantidad de información que contiene una señal o mensaje. Un ejemplo con el sonido: un pitido de una frecuencia constante que dure cinco segundos contiene mucha menos información que un fragmento de música de la misma duración o que simplemente una escala. La entropía de un mensaje depende básicamente de dos cosas: de la cantidad de signos diferentes que aparecen en dicho mensaje (entiéndase "signo" y "mensaje" en sentido amplio) y de la frecuencia con que aparece cada uno de ellos. Como medida suele usarse la fórmula de Shannon ...
donde H es la entropía, N es el número signos en el mensaje P(i) es la probabilidad del signo i.
La cantidad total de signos depende del lenguaje y evidentemente no todos los mensajes contendrán todos los signos. Por otra parte, sus frecuencias relativas tienden a estabilizarse si los textos son suficientemente largos aunque en textos cortos pueden ser muy inestables.

¿Para qué resulta útil esto en el problema de la escritura del Indo? Bueno, la idea es que los lenguajes permiten componer secuencias de "caracteres" con ciertas libertades pero ni absolutamente aleatorias ni estrictamente deterministas. Por ejemplo, después de una b en español pueden aparecer varias letras como a, e, i, o, u, r, l... pero no puede aparecer una s o una p. (corrección, una s sí, como me recuerdan en un comentario...). Si encontramos una secuencia br sabemos que después sólo puede aparecer una vocal. Estas secuencias tiene también sus probabilidades asociadas y el análisis de todo ello se puede hacer calculando lo que se llama entropía condicional. que es la incertidumbre asociada a la aparición de un signo j después de que se ha dado uno anterior i.
Los autores del artículo han calculado la entropía condicional para el sumerio, tamil antiguo, sánscrito, inglés -letras y palabras-, ADN, secuencias proteicas bacterianas, FORTRAN, dos códigos no lingüisticos que se usan como control (Tipo 1 y Tipo 2, ver después) además, lógicamente, de los signos del Indo. Fíjense que aparecen cinco lenguajes naturales, uno artificial (el de programación) y cuatro casos no lingüísticos. Dos de ellos (ADN y proteínas) son de naturaleza muy diferente pero los otros dos, los llamados Tipo 1 y Tipo 2, son importantes porque se usan como contraste respecto a los códigos linguísticos (sumerio, tamil antiguo...).
Los resultados fueron que los signos del Indo muestra patrones muy similares a los lenguajes naturales, especialmente al sumerio y al tamil, y muy diferentes del resto, incluyendo los controles Tipos 1 y 2. Según los autores, esta similitud refuerza la hipótesis de que los signos del Indo forman un lenguaje auténtico.

Pero Steve Farmer disiente. Farmer mantiene que los signos no forman un lenguaje sino que tendrían otra función más simbólica (¿prohibido fumar? ¿zona de reunión?). Apoya su idea en la brevedad de las inscripciones, sin similitud con los cientos de lenguajes conocidos, y las frecuencias relativas de los signos, además de la ausencia de otras evidencias sobre escrituras en la zona y época. Los argumentos están expuestos en Farmer, S., Sproat, R., Witzel, M., 2004, The Collapse of the Indus-Script Thesis: The Myth of a Literate Harappan Civilization. Electronic Journal of Vedic Studies, 11-2: 19-57.

En caso es que Steve Farmer ha dado a conocer recientemente un par de páginas donde critica fuertemente el artículo de Science de Rao y colegas. Aunque aún no publicado, lo ha puesto en su página con el título A Refutation of the Claimed Refutation of the Nonlinguistic Nature of Indus Symbols: Invented Data Sets in the Statistical Paper of Rao et al. (Science, 2009). Como puede deducirse del título, Farmer afirma que hay datos inventados en el análisis y parece que no le falta razón. El problema es que los sistemas Tipo 1 y Tipo 2 usados como control son completamente artificiales y representan casos extremos: uno viene de aleatorizar doscientos mil signos y componer líneas de 20 signos equiprobables y el otro, al contrario, está completamente ordenado (a un signo concreto le seguirá otro con probabilidad 1).
Comenta Farmer que no podría esperarse que el sistema del Indo (ni ningún otro) se parezca a eso y que, consecuentemente, la comparación es completamente irrelevante y el diseño de la prueba es, consecuentemente, erróneo. En efecto, el sistema del Indo se parece a los sistemas lingüísticos tamil antiguo, inglés, etc. pero su contraste con los Tipo 1 y Tipo 2 sólo aparece porque estos últimos se han inventado y suponen casos tan artificiales que no sirven como criterio discriminante. Farmer se queja de que estos detalles, muy importantes, no están en el artículo sino en el apartado de material complementario que Science cuelga en su web y recuerda (creo que es un detalle muy importante) que sus propios análisis encuentran una estrecha similitud entre los signos del Indo y sistemas no lingüísticos reales como los signos heráldicos medievales (ver Fig. 2 de este trabajo).
La crítica en resumen es que Rao y colegas han basado las diferencias entre el sistema de signos el Indo y los sistemas no lingüísticos en datos "cocinados" e irreales, un error metodológico que, en opinión de Farmer, invalida completamente el análisis publicado en Science.

Rao, R., Yadav, N., Vahia, M., Joglekar, H., Adhikari, R., & Mahadevan, I. (2009). Entropic Evidence for Linguistic Structure in the Indus Script Science, 324 (5931), 1165-1165 DOI: 10.1126/science.1170391

28 mayo 2009

Investigando los orígenes de la lepra

El artículo se publicó hace pocos días en PLoS ONE y es muy simple ya que comunica un hallazgo y su análisis. Antes de comentarlo recordemos que esta enfermedad, la lepra, está causada por la infección de una bacteria, Mycobacterium leprae, un microorganismo que no se ha conseguido cultivar in vitro y que debe ser propagado en armadillos (!). Los parientes de M. leprae son también bastante molestos ya que causan la tuberculosis y la úlcera de Buruli. Dediqué un post a la primera, Cuando la evolución es un mal rollo, y hablé de la última en Avances que no son noticia. Actualmente no existe vacuna para la úlcera de Buruli ni para la lepra. La suerte con esta última es que la progresión es lenta, con un periodo de incubación de unos cinco años aunque los síntomas pueden retrasarse bastante más. El contagio, al contrario de la creencia más extendida, es difícil.
El tratamiento contra la lepra es muy efectivo aunque largo (entre seis y doce meses) y necesita una combinación de dapsona (un bacteriostático), rifampicina y clofazimina, llamados conjuntamente MDT (de multi-drug therapy). Lamentablemente esto es algo inalcanzable para una parte importante de los afectados debido a la mala calidad de los servicios sanitarios en sus países.
La lepra lleva con nosotros al menos cuatro mil años. Probablemente será erradicada en este siglo si la atención primaria mejora en los países más afectados
Lo anterior viene a cuento porque el dinero no es aquí un problema: desde 1995, la OMS proporciona la MDT gratuitamente a los enfermos. Desde 1998 esto es posible gracias a la donación de millones de dosis de MDT por la farmacéutica Novartis a través de la Novartis Foundation for Sustainable Development. Estas donaciones han permitido que en los últimos veinte años se hayan curado 14 millones de personas aunque la lepra sigue siendo un serio problema de salud pública en una decena de países (en 1985 eran 122), especialmente en India (donde, paradójicamente, se fabrican los tratamientos de la MDT), Mozambique, Brasil, Congo y Nepal, aunque está presente con menor prevalencia en bastantes otros.
Como resultado global, la enfermedad se ha reducido drásticamente desde 1980, sin duda más de un 90% y el número de enfermos registrados actualmente es de algo más de doscientos mil según la OMS. La cantidad exacta no es muy importante comparada con la necesidad de romper el rechazo social y el ocultamiento de la enfermedad, considerada durante siglos como un mal infamante, y sobre todo de mejorar los servicios de atención sanitaria básica en los países más afectados. El final de la lepra, su erradicación definitiva, es posible y probablemente no tarde mucho.

El artículo que hoy les comento no trata de este final sino de sus inicios ¿desde cuándo la lepra acompaña al ser humano y cómo se ha extendido por todo el mundo?
Algunos trabajos han mostrado que la lepra actual tiene un origen único ya que el genotipo de las bacterias de todo el mundo es llamativamente similar. Rastreando la filogenia se ha propuesto un origen en el Este de África y una diseminación hacia Asia y Europa acompañando a las migraciones humanas. La primera dispersión habría ocurrido hace 40 o 50 mil años. Otras versiones basadas en referencias históricas mantienen que la lepra llegó a la actual Europa mucho más recientemente, a la vuelta de los ejércitos de Alejandro, allá por el siglo III a.C. En América la lepra es reciente, como máximo de hace cinco siglos, y fue introducida por el tráfico de esclavos desde África o por europeos en la colonización a partir del siglo XV.
Suelen citarse textos indios del siglo VI aC (como el Sushruta Samhita , un texto médico) como la primera referencia ya que habla de una enfermedad cuyos síntomas coinciden con los de la lepra. Pero, si vamos a lo más seguro, la prueba más antigua era un esqueleto egipcio del siglo II a.C. con lesiones características.

El artículo que menciono, firmado por investigadores norteamericanos e indios, retrasa la evidencia de la enfermedad con pruebas directas ya que describe restos de un esqueleto de 4000 a 4500 años de antigüedad localizado en el Noroeste de India. Enterrado en la periferia de una población, dentro de un gran espacio cerrado con muros de piedra, pertenece a un hombre cercano a los 40 años y de 1.80 m de estatura aproximadamente. Son claramente visibles erosiones y pérdida de hueso en la cara, costillas, vértebras y extremidades. Las características de las erosiones han permitido descartar otras afecciones como la tuberculosis, leishmaniasis, sífilis, osteomielitis o infecciones óseas inespecíficas.
Este hallazgo prueba, en definitiva, algo simple pero importante: la lepra existía en El Noroeste de India hace al menos 4000 años. Los autores recuerdan en la discusión que aunque M. leprae es actualmente muy homogéneo, se distinguen 4 tipos, numerados del I al IV y radicados en Asia, África Este, Europa y América respectivamente. Los autores comentan las dos hipótesis principales respecto a su evolución. La primera, ya mencionada antes, es que el tipo II es el más antiguo y original de África del Este desde donde se dispersó diferenciándose progresivamente hacia Asia (tipo I) y Europa (tipo III). El tipo europeo es frecuente también en África Oeste y América, sugiriendo una colonización que derivó, al otro lado del Atlántico, en el tipo IV. La segunda hipótesis es que la dispersión comenzó en Asia bastante más recientemente, en la época de fuertes relaciones comerciales coincidente con el desarrollo de la civilización del Indo, hace unos 4500 años. La realidad es que no se sabe aún nada definitivo sobre estas etapas primigenias de la enfermedad ni sobre cómo se originó. Tal vez alguna respuesta llegue si se encuentra en el esqueleto de Balathal ADN de la bacteria, algo en lo que los investigadores se han puesto ya a trabajar.

Cráneo del individuo 1997-1 localizado en el asentamiento calcolítico de Balathal (Rajasthan, India) donde se señalan las lesiones más evidentes (fuente).

ResearchBlogging.org
Robbins, G., Tripathy, V., Misra, V., Mohanty, R., Shinde, V., Gray, K., & Schug, M. (2009). Ancient Skeletal Evidence for Leprosy in India (2000 B.C.) PLoS ONE, 4 (5) DOI: 10.1371/journal.pone.0005669

08 septiembre 2008

Tutankhamon tuvo gemelos. O no. Otra no-noticia.

Howard Carter y su equipo encontraron la tumba del faraón Tutankhamon en 1922. Próximamente les comentaré algunas cosas sobre ese descubrimiento ya que a pesar de su popularidad creo que aún puede hacerse un post interesante al respecto.

Una de las cosas poco conocidas del asunto es que, entre los famosos objetos que han sido fotografiados y admirados tantas veces, aparecieron otros algo más siniestros. Howard Carter nos lo cuenta en directo en su libro "The tomb of Tutankhamen" publicado en tres partes entre 1923 y 1933:

Aún más extraordinario era el contenido de dos minúsculos féretros antropomorfos que estaban en una caja de madera con la cabeza de uno junto a los pies del otro. Habían sido labrados como los de altos personajes de la corte. Estaban cubiertos con resina negra y adornados con bandas de fórmulas mágicas doradas sobre las deidades tutelares de los muertos pero dedicadas tan solo a un "Osiris" (o sea, el muerto) pero sin ningún otro nombre. En cada féretro había otro menor dorado. En el primero había una pequeña momia dispuesta de acuerdo con el ritual funerario de la Dinastía XVIII. Los vendajes descubrieron la momia de un niño muerto al nacer muy bien conservada. En el segundo había una momia algo mayor de un niño prematuro, también envuelta según las costumbres de la época.

Estos patéticos restos nos dan mucho que pensar. Es casi seguro que eran hijos de Tutankhamon y, aunque no tengamos pruebas de ello, también de Ankhesenamon, la joven reina.

Las momias de estos dos niños nonatos estaban situadas en una cámara auxiliar y mezcladas con muebles y elementos de lo que Carter llamó "ajuar". Uno de los fetos parece de unos cinco meses y el otro, bastante mayor, de siete o más, tal vez incluso nueve. Estas momias se han conservado en la Facultad de Medicina de la Universidad de El Cairo desde 1922. Abajo tenemos una foto de Harry Burton, el fotógrafo que documentó día a día el proceso de avance en la tumba. Puede observarse el desorden de la cámara, algo que se repite en toda la tumba.

Los dos féretros (caja de la derecha) tal como aparecieron en la cámara del ajuar.

La no-noticia que os comento hoy surgió en una conferencia de Robert Connolly, profesor de Antropología Fïsica de la Universidad de Liverpool. El 1 de septiembre pasado, Connolly dijo en un Congreso de Farmacia y Medicina en el Antiguo Egipto, celebrado en la Universidad de Manchester, lo siguiente:

Estudié la mayor de las momias en 1979, determinando su grupo sanguíneo, y comparando éste con el de Tutankahmon, estudiado en 1969. Los resultados confirman que este feto puede ser realmente el hijo de Tutankhamon. Hoy creo que ambos fetos son gemelos y que son sus hijos. El estudio de ADN que se realizará próximamente en Egipto será una pieza clave en esta cuestión.

Por si quieren ir a la fuente original ésta es la nota de prensa de la Universidad de Manchester.

La cosa no tendría mayor interés sino fuera porque la no-noticia ha sido repetida una y otra vez por los medios y los blogs, sin el más mínimo intento de análisis. Algunos de ellos (incluso españoles, no voy a mencionarlos) titulan directamente "Tutankhamon tuvo gemelos".

¿Por qué insisto llamar no-noticia a esto? Pues por eso, porque no es ninguna noticia ni es ningún hallazgo. Connolly se limita a sugerir que los grupos sanguíneos de uno de los niños y del faraón son los mismos o al menos compatibles. Algo así había hecho en sus primeros análisis para investigar las posibles relaciones familiares entre Tutankhamon, Amenhotep III, Akhenaton y otros. Los resultados no fueron concluyentes. Las muestras eran indirectas (parientes de Amenhotep y de su esposa Kiya) y la genealogía que se planteaba como hipótesis era posible pero no la única opción. Sospecho que en este nuevo caso ocurre lo mismo.

Rebuscando por la red he encontrado que los análisis de Tutankhamon concluyeron en su momento que su grupo sanguíneo era A2. Connolly ni siquera es explícito respecto al grupo del feto con lo que empiezo a pensar que hay gato encerrado (soy así, qué le vamos a hacer). En cualquier caso, la coincidencia de grupos no prueba ni siquiera que sean parientes. Es la típica prueba que sólo valdría para descartar la relación pero no para confirmarla. Parece lógico que, como escribía Carter, haya una relación de parentesco, pero esa suposición está propuesta desde 1922.

Luego queda el otro feto, que no parece haber sido analizado por Connolly, lo cual no le impide aventurar su "creencia" en que son gemelos e hijos de Tut. Dado que el análisis de ADN no está realizado aún todo este montaje parece una frivolidad ¿qué problema había en esperar a esos resultados que serían realmente definitivos? ¿Por qué resucitar unos datos de hace más de 30 años y que no confirman ni refutan nada?

¿Es creíble que ambos fetos sean gemelos? No soy un entendido en estas cosas (ni en las otras, vale) pero hay un problema serio para aceptar que eso sea verosímil: ambos están en diferentes estados desarrollo. La única posibilidad es que el primero fuera abortado a los cinco meses de gestación aproximadamente y el segundo no se viera afectado en ese momento. Luego se produciría un segundo aborto a partir de los siete meses. Sospecho que eso es improbable pero quedo a la espera de que alguien entendido en el tema nos ilustre con datos. ¿Es Tutankhamon el padre de alguno o de ambos? Habrá que esperar al análisis de ADN. Mientras tanto sólo se trata de una elucubración innecesaria e inoportuna.

Sobre este faraón de hace 3300 años ya se había realizado estudios a montones, incluyendo tomografías computerizadas en el año 2005. Ahora les toca a las pequeñas momias que serán también escaneadas por los equipos de Ashraf Selim y Yehia Zakaria mientras su ADN se analiza. En ese momento sí llegarán respuestas.

Nota: la referencia al único artículo publicado en una revista con factor de impacto por Connolly sobre este asunto es:

R. G. Harrison, R. C. Connolly, Soheir Ahmed, A. B. Abdalla and M. El Ghawaby, 1979, A mummified foetus from the tomb of Tutankhamun, Antiquity, 53(207): 19–21.

Lamentablemente no es posible acceder ni siquiera al resumen del trabajo y si quieres leer el artículo (de tres páginas) pretenden que les pagues 15 libras.

29 agosto 2008

Libros, grutas y arqueólogos (actualización)

A finales del 2006 escribí un post sobre las grutas de Mogao, un complejo sin interés espeleológico pero de enorme valor cultural. Comentaba en ese momento lo siguiente (corregido en detalles a partir de los comentarios).

Al misal de Constanza (1450) y a la famosa biblia de Gutenberg les corresponde el honor de ser los primeros libros impresos con el sistema de tipos móviles, mientras que anteriormente era necesario esculpir, generalmente en madera, las planchas que se usarían para imprimir en serie cada página. Pero eso fue en Europa. Como en todas estas cosas, en el continente asiático todo se había hecho antes. Parece que los tipos móviles habían sido inventados por un tal 畢昇 (pronúnciese ) allá a mediados del siglo XI y que eran de arcilla endurecida al fuego.

Pero hoy quería hablarles del libro impreso más antiguo que se conoce y de su peculiar aventura. Se trata, cómo no, de un libro chino y ha podido datarse con exactitud: año 868, hace 1138 años.
Donde cuento la aventura desde descubrimiento por Occidente de las grutas de Mogao y su contenido, hoy amenazadas por el viento, la arena y el turismo
La historia comienza en un lugar perdido en medio del desierto del Gobi, a cuatro días de camello de Dunhuang, una población del Norte de China donde confluían los caminos norte y sur de la Ruta de la Seda (8000 km de nada para conectar todo el Sur del continente asiático). Ese lugar se ha llamado de varias formas; entre ellas las Grutas de los Diez Mil Budas o, con algo menos de espectáculo, las grutas de Mogao. Se trata de un gran complejo de santuarios excavados en un cortado rocoso de algo más de 1.5 km de longitud. Fue un lugar estratégico donde los viajeros invocaban protección ante el incierto futuro que suponía internarse en el desierto de Taklamakan o, para los que hacían la ruta de Oeste a Este, para agradecer el regalo de haber sobrevivido.
El origen de los santuarios se remonta a mediados del siglo IV, cuando al monje Lo-tsun se le aparecieron mil Budas simultáneamente convenciéndole, supongo que por abrumadora mayoría, de la oportunidad de decorar las grutas con imágenes y textos sagrados. Poco a poco las grutas existentes fueron decoradas hasta alcanzar más de mil, de las cuales quedan actualmente algo menos de la mitad.

Este lugar atesoró pinturas y esculturas durante más de un milenio, circunstancia desconocida para los europeos hasta primeros del siglo XX. Antes había estado allí algún aventurero y explorador como el ruso Nikolai Mikhaylovich Przhevalsky, o el húngaro Lajos Loczy, ambos pioneros en la exploración de las remotas regiones del Tibet e Himalayas (remotas para nosotros, claro).

Una pequeña parte de las grutas en una foto antigua
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El caso es que un 12 de marzo de 1907 apareció en Dunhuang un notable personaje llamado Marc Aurel Stein. Stein fue un explorador sobresaliente que acabó siendo nombrado Sir por el gobierno británico (aunque era húngaro de nacimiento) y doctor honoris causa por Oxford y Cambridge, además de obtener la medalla de oro de la Royal Geographic Society. Nada raro porque Stein abasteció durante décadas al Museo Británico con tesoros traidos de sus expediciones al Taklamakan, en viajes imposibles donde lo mismo atravesaba el Karakorum que excavaba en invierno con temperaturas glaciales.

Stein con su perro y su peculiar equipo arqueológico
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Stein quería ver las grutas poco menos que en plan turista porque acababa de descubrir en las profundidades del desierto de Lob lo que parecían ser restos del extremo occidental de la Gran Muralla (y que, por cierto, lo eran, con 2000 años de antigüedad y 500 km de longitud).
Allá le cotillearon que había un monje llamado Wang Yuanlu que ejercía de guardián de las grutas y que había encontrado una biblioteca en una cueva antes desconocida. Al oir la historia, a Stein se le pusieron las orejas como a un perro perdiguero y se acercó a las cuevas para encontrar que el monje estaba ausente y que la gruta en cuestión estaba cerrada a cal y canto con una sólida puerta.
Mientras esperaba al monje taoísta, le contaron que había miles de manuscritos y que la puerta había sido puesta por orden del gobernador de la provincia, al que había llegado la noticia.

Stein se dedicó en las semanas siguientes a engañar al monje. Primero le ofreció dinero (donaciones para restaurar el lugar), intentó halagarle fingiendo lo interesado que estaba en las restauraciones (parece que horribles) y finalmente logró interesarle hablandole de un santo que reverenciaba, Con esta última estrategia consiguió ganar su confianza hablándole de los lugares que había visitado en pos del santo (muy viajero al parecer). Wang acabó enseñándole algunas pinturas donde el santo salvaba libros sagrados sacándolos de India y llevándolos a China lo que sirvió para convencerle de que Stein había llegado en el momento justo de examinar los antiguos textos y sacarlos del olvido. El momento en el que Wang abre la cueva a Stein queda reflejado en su relato: “una apretada masa de manuscritos enrollados y apilados en estratos sin orden surgió bajo la luz de la pequeña lámpara del monje. Alcanzaban los tres metros de altura y llenaban ciento cincuenta metros cúbicos como pude medir posteriormente” (luego se supo que contenía unos 40000 documentos).

Wang no le dejó sacar los manuscritos aunque sí examinarlos uno a uno en una pequeña cueva vecina. A eso se dedicó Stein durante meses, encontrando que los rollos estaban en un perfecto estado de conservación. Seleccionaron cientos de ellos convenciendo a Wang de que los llevarían a un “templo del saber” en Inglaterra a cambio de una donación al santuario. Al cabo de un año y medio, una pequeña caravana con 24 cajas llenas de manuscritos y 5 más con pinturas sobre seda llegaron a la British Museum Library (luego British Library).

Entre estas riquezas estaba el Sutra del Diamante, el libro impreso más antiguo que se conoce. La datación se debe a que la fecha está escrita en el rollo de casi cuatro metros de largo: “décimotercer día del cuarto mes del noveno año de Xiantong” que, con la misma velocidad que yo, habrán identificado sin dificultad como el 11 de mayo del 868.
El rollo está impreso a partir de 7 bloques de madera. La técnica era, al parecer, pintar los caracteres sobre papel. Este se superponía a un bloque de madera con lo que se transfería la imagen especular de lo escrito. Sólo quedaba rebajar a mano la tabla para poder imprimir cientos o miles de copias. Actualmente, el Sutra del Diamante se expone en el Museo Británico muy cerca de la biblia de Gutenberg. Lógicamente, mientras Stein fue un arqueólogo heroico para Occidente, en China se le considera un vulgar saqueador.

Pero no se retiren aún. Rebuscando por internet encuentro un par de maravillas. La primera es el Digital Archive of Toyo Bunko Rare Books, donde encontramos el original escaneado y pasado por OCR de The Thousand Buddhas de Stein con magníficas imágenes. La otra es el Sutra del Diamante también escaneado y que podemos desenrollar a voluntad en Turning the pages de la British Library junto con otros 14 libros excepcionales. Finalmente, la Biblia de Gutenberg no ha sido menos y ha sido digitalizada por la Universidad de Texas.Actualmente The International Dunhuang Project está en proceso de digitalización de miles de documentos dispersos por varios países. Piérdanse un rato por sus páginas.

Al día de hoy

Hubo que esperar hasta 1987 para que el complejo de Mogao fuera declarado World Heritage Site por parte de la UNESCO. Ahora me entero por Science de que las grutas, con sus 45000 metros cuadrados de murales, deben ser protegidas, no sólo de los turistas y depredadores varios (lo cual no es sorprendente) sino del propio entorno que las conservó durante siglos. Este mismo año 2008, se han aprobado 38 M$ para protegerlas de tres amenazas: las sales que cristalizan sobre la superficie de las pinturas murales, el calor y respiración de las hordas de visitantes y la arena del desierto que las rodea.

Las grutas han sido dañadas por personas y por filtraciones de agua pero ahora la mayor amenaza es la arena. Mogao está al borde del desierto de Kuntag y le llegan continuamente vientos cargados de arena desde la "montaña" de Mingska, una gigantesca duna de 170 m de altura situada a pocos km al Oeste. Esta arena transportada por el viento ya había tapado en las últimas décadas una parte de las cuevas que fueron recuperadas con dificultad en los años 60. Aparte de esto, la gran duna se está moviendo y lo hace hacia las grutas.

Para detener o al menos reducir el aporte de arena, a finales de los 80 se tendió una tupida malla de casi 5 km de longitud al borde del acantilado sobre las grutas. El éxito fue importante ya que se estima que detiene un 60% de la arena que antes caía sobre las paredes donde están las cuevas. Posteriormente se ha intentado detener el avance de la gran duna mediante la plantación de una barrera vegetal, comenzada a mitad de los 90. Actualmente se prueban barreras de piedras en un intento de frenar los flujos de arena sobre las planicies sobre la garganta, también por encima de las cuevas. Se espera que estas medidas consigan frenar la erosión y el relleno permitiendo su conservación. Si la duna sigue su camino será necesaria una enorme intervención pero por el momento parece que lo realizado es suficiente a medio plazo.

10 abril 2008

Regina

Regina conoció mejores tiempos. Actualmente sus restos se esparcen sobre la Campiña Sur de Badajoz, cerca de Llerena. Fue una ciudad romana de unos 4000 habitantes que siguió habitada hasta que en la baja Edad media su situación expuesta se hizo demasiado peligrosa. En el siglo XII los almohades utilizaron sus sillares de granito para levantar una alcazaba de catorce torres que, a su vez, tuvo una historia intensa, pasando por manos de la Orden de Santiago y entrando en ruina con su abandono en el siglo XVII.

Regina se ha excavado sólo parcialmente. De lo hoy visible destaca el teatro, restos del foro y de algunas casas, así como el sistema de alcantarillado. El teatro es menor que el más conocido de Mérida y tiene un aforo de unos 800 espectadores distribuidos en diez gradas.

Vista aérea del teatro

Les dejo aquí una panorámica de 270 grados del teatro tomada el domingo pasado. La foto está formada por la unión de 9 imágenes tomadas con una Nikon D70S. La imagen del blog es muy pequeña pero aquí pueden descargar una algo mayor de 10 Mb en formato JPEG (la original en TIF es de 45.6 megapíxeles y 133 Mb). Si notan algo raro en el cielo, como manchurrones, es que me dí cuenta demasiado tarde de que tenía un pegote esparramao en el filtro.

Desde el año 2003 el teatro de Regina cobra vida de nuevo en los Festivales de Mayo y en las "Noches de Regina" de junio.

01 enero 2008

Imagen del año 2007

Hay muchas, claro, desde las que reflejan la estructura neuronal o los movimientos de microorganismos hasta las de lejanísimas estructuras cósmicas de tamaños incomprensibles. Después de mirar por aquí y por allá me quedo con una más cercana.

El 7 de febrero se dió la noticia del descubrimiento de los esqueletos de dos jóvenes en Valdaro (Italia). Su enterramiento se produjo hace unos cinco mil años.

07 diciembre 2007

Los códices desaparecidos

Juan de Zumárraga nació en Durango (Vizcaya) hacia 1475 (otros dicen 1468) y se hizo franciscano. Fue inquisidor en España y ejerció con provecho ya que la enciclopedia franciscana lo etiqueta como "represor de brujas en el País Vasco". Nombrado por Carlos I, fue obispo de México además de ostentar el cargo de "protector de indios", cosa que se entendía en aquel tiempo como más bien orientado hacia la evangelización porque ello supondría mayor beneficio espiritual (of course).

«Por la presente vos cometemos y encargamos y mandamos que tengáis mucho cuidado de mirar y visitar los dichos indios y hacer que sean bien tratados e industriados y enseñados en las cosas de nuestra santa fe católica por las personas que los tienen o tuvieren a cargo y veáis las leyes y ordenanzas e instrucciones y provisiones que se han hecho o hicieren cerca del buen tratamiento y conversión de los dichos indios, las cuales haréis guardar y cumplir como en ellas se contiene, con mucha diligencia y cuidado»

Movido por su ardiente celo apostólico inició también procesos inquisitoriales en México con un total de 183 causas. En una de ellas, en 1539, actuó contra Carlos Ometochtzin, hijo del señor de Texcoco, Nezahualpilli, acusado de apóstata e instigador de la idolatría. Fue quemado vivo el 30 de noviembre en la plaza Mayor de la ciudad de México. Estaba claro cual era el dios verdadero y qué pasaba si abandonabas el buen camino.

No contento con la conversión de los vivos, decidió facilitar el olvido del legado de los muertos. Cito literalmente el texto de su biografía en la poco sospechosa web de la Insigne y Nacional Basílica de Santa María de Guadalupe:

...apenas cinco meses antes de recibir a Juan Diego, se precia en una carta al Capítulo General de su Orden, en Tolosa, de haber arrasado con cuanto había podido: ‘quinientos templos de los dioses y más de 20.000 imágenes de los demonios que adoraban...'

Pero no sólo templos e imágenes, sino también libros y papeles prehispánicos, de naturaleza jurídica, administrativa, comercial y de diversos ámbitos de conocimiento, fueron destruidos sistemáticamente por Zumárraga y sus ayudantes

Fernando Báez ratifica: "en el año 1530, en Tetzcoco, hizo una hoguera con todos los escritos e ídolos de los mayas". Eduardo Galeano, Juan Bautista Pomar y C. W. Ceram repiten la existencia del "auto de fe" donde se borraba irrecuperablemente el pasado para dejar paso libre a un futuro recto.

La parajoda (no es errata) está en que Fray Juan fue también el primer editor de libros en México. Libros, no lo duden, siempre correctos.

Como hoy va de franciscanos, citaremos también a Diego de Landa, otro celoso vigilante de la fe nacido en Cifuentes (Guadalajara) en 1524. En este caso realizó su labor en Yucatán, donde fue Provincial a partir de 1561 (la zona incluia también la actual Guatemala). Al año siguiente se estrenó mediante un auto de fe en Maní que, tras "interrogatorio hostil" (así se dice ahora), culminó el 12 de julio con la quema de cientos de ídolos y todos los libros que pudieron encontrar. En su obra "Relación de las cosas de Yucatán" (hacia 1566) lo dice y justifica:

Hallámosles gran número de libros de estas sus letras, y porque no tenían cosa en que no hubiese superstición y falsedades del demonio, se los quemamos todos, lo cual sintieron a maravilla y les dio mucha pena.

Otra parajoda (sigue sin ser errata) es que Fray Diego fue el único que describió los signos de la escritura maya y su equivalencia con el español. A pesar de los numerosos errores, derivados del empeño en usar una clave alfabética en vez de reconocer la naturaleza silábica de la escritura, fue útil para comenzar la tarea de desciframiento. Asimismo, su Relación es un documento único para el estudio de la situación en aquel siglo crítico donde tanto se perdió.

La destrucción de los escritos mayas fue eficaz ya que sólo cuatro de ellos sobrevivieron en forma de códices (otras muestras han quedado esculpidas o pintadas en murales o cerámica). Los códices están escritos sobre papel plegado en acordeón, hecho de corteza vegetal. Los supervivientes son los llamados de Dresden (39 pág., 3.6 m), de Madrid (112 pág., 6.8 m), de París y Grolier (11 páginas fragmentarias y de autenticidad discutida). Todos pueden descargarse en los enlaces anteriores aunque algunas fotos son antiguas (el códice de París, por ejemplo, lleva tiempo almacenado en una caja sellada por su fragilidad).


Una página del códice de Madrid

La escritura maya surgió de forma independiente del resto de las escrituras del mundo. A pesar de su complejidad, los glifos en que se basa se saben leer actualmente en buena parte, aunque aún hay muchos detalles sin comprender.

El personaje clave de este trabajo fue Yuri Valentinovich Knórosov (1922-1999), un soldado ruso en la Segunda Guerra Mundial. Se dice que, al entrar con el ejército ruso en Berlín se llevó de la Biblioteca Nacional dos libros: la mencionada Relación de las cosas de Yucatán de Diego de Landa y Códices mayas (1930-1933), con reproducciones de los hermanos guatemaltecos José Antonio y Carlos A. Villacorta Calderón. Pero esto merece ser una historia aparte.


Yuri Valentinovich Knórosov

Finalizo con la trascripción de un texto de José de Acosta (1539-1600):

En la provincia de Yucatán, donde es el obispado que llaman de Honduras, había unos libros de hojas a su modo encuadernados o plegados, en que tenían los indios sabios la distribución de sus tiempos, y conocimiento de plantas y animales, y otras cosas naturales, y sus antiguallas; cosa de grande curiosidad y diligencia. Parecióle a un doctrinero que todo aquello debía de ser hechizos y arte mágica, y porfió que se habían de quemar, y quemáronse aquellos libros, lo cual sintieron después no sólo los indios, sino españoles curiosos, que deseaban saber secretos de aquella tierra.

28 octubre 2007

Atapuerca

La exposición "Atapuerca y la evolución humana", ha recalado en el Museo de Arte Romano de Mérida. Aproveché parte de la mañana de este domingo para visitarla y desde aquí les recomiendo que hagan lo mismo si pasa cerca de ustedes en su periplo.

En este tipo de eventos es bueno, una vez realizada la visita, fingir que lees uno de los carteles y quedarse a la escucha de los otros visitantes. Yo lo hice durante un buen rato y me sorprendió que ningún comentario cuestionaba lo expuesto sino que trataban de asimilarlo e interpretarlo. Desde la señora que se emocionaba viendo los restos del niño de Taung hasta el padre explicando a su hija para qué servían los bifaces. Por eso es necesario que estas exposiciones salgan a la calle, para que la gente las vea y las encaje allá donde puedan dentro de sus experiencias.

La Sierra de Atapuerca, en el actual Burgos, tiene como característica diferencial de otros yacimientos el haber sido habitada por homínidos desde hace más de un millón de años.

El hallazgo más famoso se realizó el 8 de julio de 1994, cuando aparecieron decenas de restos de media docena de individuos de lo que se llamó posteriormente Homo antecessor. La datación de estos restos aseguró la existencia de homínidos en esta esquina de Europa hace ochocientos mil años, trescientos mil antes de lo que se sabía hasta entonces.

Pero en este año 2007 se encontró evidencia directa de restos humanos aún más antiguos. Antes se habían localizado herramientas de sílex que aportaban una evidencia indirecta de la presencia humana. Pero el 27 de junio apareció un único diente, un premolar con una edad estimada de al menos 1,2 millones de años. Actualmente están confirmando las dataciones de este nivel, llamado TE9, por su enorme importancia para explicar la historia humana desde este rincón del mundo.

En Atapuerca se lleva excavando 25 años. Nombres como la Sima del Elefante, la Gran Dolina o la Sima de los Huesos suenan ya familiares porque el equipo de las excavaciones ha cuidado su relación con la sociedad. Por eso me gusta ver a Juan Luis Arsuaga en las portadas de los periódicos, porque aunque hay mucha más gente casi invisible que trabaja día tras día en las excavaciones, ha demostrado ser un buen estandarte del proyecto y un excelente comunicador.

Dentro de todo lo que ha aparecido en Atapuerca, a mí, a veces, me llaman la atención detalles triviales. Como los restos de un fuego de hace 150 mil años, señalando el lugar donde nuestros ancestros se calentaban en tiempos difíciles. Me gusta pensar en ellos, yo cómodamente sentado delante de la chimenea, redactando esto en el portátil, pero ante un fuego que sigue teniendo hoy la misma capacidad de ensoñamiento que ayer, cuando representaba la seguridad y la diferencia entre vivir o morir.

Finalizo con dos comentarios de Juan Luis Arsuaga. El primero es de una entrevista en RNE1 una mañana. Le preguntó el locutor sobre el debate entre creacionismo y evolucionismo. La respuesta fue: "¿Debate? ¿qué debate? Entre los científicos no hay debate sobre esa cuestión."

El segundo se publicó hace una semana en el Magazine de El Mundo donde se le entrevistaba: "No quiero más medallas, la fama no me impresiona, lo que pido es más apoyo, más becas, más contratos para mis investigadores".

La foto de abajo me gusta especialmente. Su autor es Ricardo Cases y pertenece a esa entrevista.

Webs: Atapuerca.com y Atapuerca.org

22 octubre 2007

1953, una aventura intelectual

En 1953 hubo noticias de cartelera. Una de ellas fue la subida de Edmund Percival Hillary y Tenzing Norgay al Everest, montaña más conocida por allá como Sagarmatha (Nepal) y Chomolungma (China). Otra fue que James Dewey Watson y Francis Harry Compton Crick firmaron en Nature su propuesta sobre la estructura de la molécula más famosa: el ácido desoxirribonucleico o ADN.

En cambio, el logro más importante, por lo que de desafío intelectual tiene, no tuvo tanta repercusión pública. Fueron sus artífices un arquitecto llamado Michael George Francis Ventris y un lingüista llamado John Chadwick que, conjuntamente, consiguieron descifrar una escritura muerta: la llamada minoica Lineal B.

Aunque es obvio que eso no se hizo en un año, fue en 1953 cuando se publicó el artículo definitivo:

Ventris, M.; Chadwick, J., 1953, Evidence for Greek Dialect in the Mycenaean Archives, Journal of Hellenic Studies, 73: 84-103.

Fue Arthur Evans quien encontró, el 5 de abril de 1900, las primeras muestras de este escritura sobre tablillas de arcilla. Estaban en Creta, en Cnosos. Evans creyó inicialmente que estaba ante restos micénicos pero se dio cuenta finalmente de su mayor antigüedad y llamó "minoica" a la civilización responsable del gran complejo de edificios, en relación con el posible palacio del rey Minos que, como decía la prensa rosa de aquel tiempo, fue hijo de Zeus y Europa.

Excavaciones de Evans en Cnosos

Evans encontró que aquello no tenía nada que ver con otras escrituras ya descifradas, como los jeroglíficos egipcios o la antigua cuneiforme de Sumeria. Estas habían contado con textos multilingües para facilitar su descifrado (las famosas piedra de Rosetta por un lado y la inscripción de Behistún por el otro), algo que no existía aquí. Apoyándose en posteriores descubrimientos (de Halbherr en 1902 en Hagia Triada) acabó diferenciando entre todo lo encontrado tres tipos de escritura, una jeroglífica, y otros dos que llamó respectivamente, en un rapto de imaginación, Escritura Lineal de Clase A y Escritura Lineal de Clase B.

Tablilla escrita con Lineal B

Sin embargo, a partir de aquí, Evans se equivocó en su enfoque, y aún reconociendo que aquella parecía un silabario, mantuvo que los signos tenían un significado semántico, imaginando posibles evoluciones desde teóricos antiguos pictogramas.

A la muerte de Evans en 1941 no se había avanzado gran cosa en el desciframiento de la Lineal B. Antes que Ventris, otra persona hizo un avance fundamental aunque ahora parezca pequeño. Fue Alice Kober, que buscó de forma sistemática pistas sobre un posible sistema de declinación. Había observado que aparecían raíces y sufijos comunes en palabras diferentes. Si eso se debe a un sistema de declinación, se encontrarán grupos de signos constantes seguidos de diferentes terminaciones. Por dar una idea sería como buscar algo similar a lo siguiente (en español):

To-le-do
To-le-da-(no)
To-le-da-(na)

que podría verse en Lineal B de alguna de estas formas:

Kober encontró cinco grupos de este tipo (entre ellos, los dos de arriba), con tres terminaciones de uno o dos signos. En esta etapa, aunque identificadas algunas posibles raíces y variantes, no se tenía ni idea de su significado. Lamentablemente Alice Kober murió a los 43 años, en 1950, y todo quedó de nuevo en suspenso.

Cuando Ventris entró en escena se sabía que en la Lineal B aparecían algo más de 200 signos, demasiados para ser un alfabeto. Pero su estructura tampoco apuntaba a un lenguaje ideográfico ya que muchos signos se repetían demasiado, formando grupos que parecían palabras, separadas por pequeñas líneas verticales. Finalmente se llegó a la conclusión de que se trataba de un silabario al que se le añadía un amplio conjunto de logogramas, signos que representan objetos...

Hoy se sabe que 60 signos representan valores fonéticos, con 55 sílabas y 5 vocales (en otros lugares en he encontrado que son 87 signos). El resto son logogramas y numerales, aunque aún quedan algunos sin identificar.

La gran idea para el desciframiento fue la de componer una matriz o rejilla donde las filas representaban las consonantes y las columnas las vocales. Por ejemplo, de los 5 grupos de Kober se dedujeron algunas combinaciones, como la siguiente (V: vocal; C: consonante):

Lo que daría la composición probable de 4 signos silábicos, combinaciones de dos consonantes y dos vocales. Aún así, seguía desconociéndose qué letras eran la V1, V2, C1 y C2 y, por supuesto, qué valor fonético podría tener.

La historia sigue con el análisis de Ventris rellenando poco a poco la potencial matriz silábica e intercambiando continuamente "notas de trabajo" con los expertos en el tema, cosa que hoy haríamos mediante correo electrónico o un wiki. Utilizó una amplia variedad de técnicas sobre posiciones, frecuencias y variaciones de los signos, haciendo suposiciones, corrigiéndolas o dándolas por probables hasta analizar más material.

El mayor problema a partir de ese momento era empezar a dar valores fonéticos a los signos. Ventris se decidió, basándose en suposiciones razonables aunque inseguras, a asignar la vocal a a un signo concreto, la llamada "doble hacha".

Luego analizó la escritura chipriota, otro silabario, y aunque no confiaba en la comparación, estableció igualdades entre dos signos parecidos en la una y en la otra y dedujo un par de valores más en la cuadrícula. Y en un paso siguiente, analizó la posibilidad de que los cinco grupos de Kober fueran topónimos y sus derivados. Dado que esos cinco grupos sólo aparecían en las tablillas de Creta, buscó nombres de cuidades que pudieran encajar en los valores supuestos de las sílabas. Y, en efecto, todo empezó a encajar:

A-mi-ni-so (Amnisos)
Ko-no-so (Knossos)
Tu-li-so (Tilissos)
Pa-i-to (Phaistos)...

El grupo de Kober de la derecha en una de las figuras de más arriba se tradujo finalmente como:

A-mi-ni-so (Amnisos)
A-mi-ni-si-jo (amnisiano)
A-mi-ni-si-ja (amnisiana)

Hubo más problemas, claro, como la omisión de la última consonante en muchos casos, o la introducción de vocales espurias para completar sílabas dentro de las palabras. Pero, según aparecían nuevas palabras y se rellenaba la rejilla silábica apareció algo sorprendente: aquella escritura se parecía a algo ya conocido. En un programa de la BBC, en junio de 1952, Ventris propuso que aquella lengua era griego. Era algo heterodoxo con el saber de la época ya que se suponía que los griegos habían llegado con el ocaso de la civilización micénica por lo que las lenguas respectivas poco podían tener en común. Ese programa fue escuchado por John Chadwick, un filólogo clásico que decidió revisar por su cuenta las propuestas de Ventris. Tras verificar su verosimilitud ofreció su ayuda a Ventris y de la colaboración nació el artículo de 1953.

Los minoicos y los micénicos, por tanto, hablaban una suerte de griego siglos antes de Homero. Evans la había supuesto derivada del Lineal A y esta probablemente de una escritura etrusca, más antigua y perdida, lo que llevaba a un callejón sin salida. El "camino griego" había sido descartado por todos hasta que salió por sí mismo a la superficie.

El año 1953, mientras el artículo estaba aún en imprenta, la hipótesis griega se confirmó al encontrarse una nueva tablilla en Pilos, la Grecia continental. El arqueólogo Carl Blegen le aplicó los valores de la rejilla de Ventris y Chadwick y aparecieron prefijos numerales, formas distintas de "asa" y "trípode", acompañados de los logogramas confirmatorios. Fue un refrendo necesario para afirmar la credibilidad del desciframiento.

Actualmente aún hay temas abiertos. La rejilla silábica de 1953 fue corregida en 6 signos posteriormente y se encontraron valores para otros 7. Tal vez la prueba final sea la confirmación a través de un texto bilingüe, algo que aún no ha aparecido.

Lamentablemente, la Lineal B no ha ofrecido sabiduría clásica. No hay textos filosóficos, literarios ni científicos. Es un lenguaje administrativo lleno de datos sobre comercio, nombres, profesiones... cosas, de todas formas, que nos acercan tal vez más que las otras a la vida cotidiana de hace tanto tiempo.

Ventris murió tres años después del artículo, en 1956, en un accidente de coche. La escritura Lineal A sigue hoy sin descifrar.

Michael Ventris

Más información en Omniglot, Alfabetos: Lineal B y en Pope, M., 2003, Detectives del pasado, una historia del desciframiento, Oberon, Madrid.

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