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05 septiembre 2014

Frescos góticos en Daroca

Abundando en la entrada anterior, les muestro un ejemplo de proceso que parte, como siempre, de un archivo RAW y acaba en una imagen procesada y corregida geométricamente (dentro de un orden). La iglesia de San Miguel en Daroca (Zaragoza) conserva un gran panel en un ábside, pintado al temple y datado en el siglo XIV. Su conservación es casual ya que durante la Edad Media, las iglesias hacían las veces de hospitales durante las epidemias que periódicamente azotaban las ciudades. Durante esos episodios, los muros eran encalados con lo que la ornamentación se perdía irremisiblemente. En esta iglesia me contaron que la zona del ábside estaba oculta por un retablo, lo que permitió que estos frescos se salvaran a lo largo de los siglos. Hace no mucho tiempo, dicho retablo fue retirado y las pinturas reaparecieron en un buen estado de conservación.
Las dificultades a la hora de fotografiar son las de siempre: poca luz, distancia excesiva, disparo a pulso, ángulos oblicuos y poco tiempo para hacer las tomas (durante la exposición de la guía, excelente, por cierto). La primera imagen muestra la foto en bruto del motivo central, que representa la coronación de la Virgen. Los datos EXIF nos dan una idea de las condiciones: f:4, 1/13" de exposición e ISO 1600 nada menos. Por suerte, el sensor de esta cámara es muy poco proclive a generar ruido como se puede apreciar en la imagen grande (ver al final).

Motivo central del mural en formato RAW, sin procesar.
¿Qué se puede hacer a partir de aquí? El proceso es el habitual: ajuste de blancos y control del contraste para intentar que la imagen se vea como se veía en directo, con colores más vivos. En este caso concreto añadí al proceso la corrección de la distorsión debida tanto a la perspectiva como a la curvatura de la pared. El resultado debería ser similar al que veríamos a 8 m de altura, situados perpendicularmente frente al panel:
Imagen procesada.

Una gran diferencia ¿verdad? El mayor problema de este proceso es que no he podido medir las proporciones del rectángulo que inscribe la escena para darle las dimensiones exactas pero creo que el resultado es bastante razonable.
La imagen a tamaño completo (3264x3910 px) puede verse en Flickr en este enlace (pulsa encima para ampliar).

28 enero 2013

Tombuctú, religiones y bibliotecas

Tropas francesas han entrado en Tombuctú sin oposición armada. La batalla se libró días atrás en un ámbito diferente. Los bárbaros de la yihad se dedicaron a destruir lo que más miedo les da: la cultura. Tras demoler santuarios y tumbas, quemaron miles de manuscritos. Hace cinco años escribí la extraña historia de estos documentos cuyo origen es, en gran parte, una historia española que comienza en Granada y Toledo.

En España ha habido raros momentos de tolerancia y convivencia en paz de culturas diferentes. El de esta historia no es uno de ellos y nos recuerda, una vez más, que todos somos emigrantes y exiliados. Es el relato del improbable pero real nexo entre la Granada española y el Tombuctú de Mali.

Aunque la ocupación de la colina llamada la Sabika era anterior, la historia de verdad empieza en el siglo XIII, cuando la Alhambra, antes sólo un fuerte, se convierte en residencia real de la corte nazarí. Un tal Mohammed ibn Yusuf ben Nasr construyó su palacio en esa colina, con buenas vistas y río al fondo ¿qué más se puede pedir? En los dos siglos siguientes la construcción creció con la alcazaba a un lado y la medina al otro.
Granada fue conquistada por el ejército de los Reyes Católicos ante los que Abu 'Abd Allāh (Boabdil para los cristianos) capituló en 1492 después de más de un año de asedio.
Con este acontecimiento finalizó en España el periodo musulmán, nada menos que siete siglos de más luces que sombras si los comparamos con las características de la Edad Media del resto del continente.

El éxodo de los antes residentes en al-Ándalus se hizo retornando al Norte de África a lo largo de los dos siglos siguientes. Con ellos se fueron costumbres, cultura y escritos. Cierto es que no se fueron solos porque coincidieron al principio con la expulsión de los judíos sefardíes, algunos de cuyos descendientes mantienen el judeo-español o ladino como idioma (Sefarad es un programa que se emite por Radio Exterior de España en lengua sefardí).
Volviendo al tema, la mayoría de los exiliados se extendieron por el Norte, Marruecos, Argelia... Pero algunos llegaron más lejos atravesando media África.

Y aquí llegamos a un episodio más notable aún de la historia porque una parte de su legado se conserva en Tombuctú, la mítica ciudad origen y destino de las caravanas que cruzaban el Sahara. Se conserva en forma de biblioteca.
La biblioteca tuvo su origen muy lejos, en un exiliado llamado Ali ben Ziyad al-Quti, que cruzó el estrecho a mediados del siglo XV con una carga de cuatrocientos manuscritos. Ceuta, Fez, Tuwat, Walata, Gumbu... un larguísimo camino donde compró muchos más libros en una trayectoria apasionante y amarga (1).
A través de los años, la familia conservó y amplió la biblioteca aunque en varias ocasiones las circunstancias políticas les aconsejaron su dispersión por casas y aldeas para preservarla del saqueo. La última reunificación se hizo en el siglo XX y permitió darse cuenta de los daños de las humedades, incendios e insectos. El fondo Kati (un derivado del al-Quti original) contiene ahora unos 3000 ejemplares que versan sobre ciencia, arte, historia, religión... con ejemplares como el Corán de Ceuta, fechado en 1198:

Pagina del Corán de Ceuta, escrito sobre vitela y fechado el 13 de noviembre de 1198 (2).

Nombres que casi todos desconocemos llenan esas páginas: Al Fazzazi, poeta, nacido en Córdoba en 1229; Es-Saheli, arquitecto, nacido en Granada en 1290, o una mujer, Arkia Ali-Gao "la más erudita de su tiempo". Ejemplares del Corán, biografías, tratados matemáticos... un reflejo de la vida cultural de aquellos siglos y de los siguientes porque Tombuctú fue un foco cultural y religioso de gran importancia donde crecieron las bibliotecas hasta que las rutas del desierto cayeron en el olvido.

La historia parece acabar bien: la inauguración de la Biblioteca Andalusí de Tombuctú, construida por la Junta de Andalucía, se hizo en septiembre de 2003. Un nuevo edificio con condiciones adecuadas que garantiza una mejor conservación para el futuro. El fondo está gestionado por la Fundación Mahmud Kati cuyos objetivos son la preservación, restauración y digitalización de los fondos bibliográficos.
En Tombuctú, el fondo Kati no es único, hay más bibliotecas agrupadas en The Timbuktu Libraries: Mamma Haidara, Cedrab, Al-Wangari... Todas ellas están siendo digitalizadas por lo que su futuro se aclara poco a poco. Y leyendo las sucintas historias de algunas de ellas, nada tienen que envidiar a la que ha sido objeto hoy de esta entrada.

Un arcón de la biblioteca Mohamed Tahar (3)

Si alguien quiere echar un vistazo a algunos manuscritos escaneados aquí están.
De Tombuctú no puedo ponerles fotos mías pero sí de la Alhambra, uno de los orígenes de esta historia.
Y así cerramos el ciclo.



[Pulsar en las fotos para ampliar]

04 agosto 2011

De Carlos V, malaria y casas de putas

I.
Es sabido que el muy pío emperador Carlos I de España y V del Sacro Imperio Romano Germánico, tras abdicar en 1555, vino a curarse de su gota a la comarca extremeña de La Vera. Mandó construir su residencia adosada al monasterio de Yuste, de los jerónimos, y la ocupó a principios de 1557. De la gota no iba a mejorar porque era un desmedido tragón pero tampoco le dió tiempo porque murió de paludismo apenas un año y medio después, el 21 de septiembre de 1558. La confirmación de esta enfermedad se obtuvo en el año 2004 tras el análisis forense de un fragmento de dedo (rara historia, por cierto) cuyos resultados fueron publicados en dos revistas científicas: en The New England Journal of Medicine (2006) se publicó la confirmación de la gota y en Parassitologia (2007) la presencia de Plasmodium falciparum en sus restos.

Uno de los dos claustros del monasterio de Yuste.
II.
El paludismo o malaria no existe hoy en España pero estuvo presente durante siglos y sólo se consideró erradicada en una fecha tan cercana como 1964. Se señala que a Carlos V se le advirtió de lo insano de la zona elegida debido precisamente a esta enfermedad, considerada como endemia grave en toda Extremadura, Huelva, valle del Guadalquivir y zonas de Murcia y Alicante, aunque también presente en muchas otras zonas del centro y Sur de España. La lucha contra la malaria comenzó a principios del siglo XX con los primeros estudios sobre su presencia en zonas como las minas de Ríotinto o Cáceres. En los años 20 se creó la Comisión Central de Paludismo cuya acción consiguió reducir drásticamente la prevalencia de la enfermedad. Con la excepción de un fuerte y previsible aumento en los años de postguerra, el paludismo fue reduciéndose hasta que hoy sólo parecen existir casos importados.
III.
Con el emperador vino su séquito y con éste unas cuantas necesidades, entre las cuales figuraba, cómo no, el sexo. Los prostíbulos eran casas legalizadas y reguladas donde, según algunos documentos históricos, las jóvenes no podían ingresar oficialmente a menos que demostraran doce años cumplidos y otras circunstancias, como ser huérfana o haber sido repudiada por su familia.
La foto que les pongo abajo la tomé hace unos días y corresponde a lo que fué una casa de putas en esa época, situada en el actual Garganta la Olla, un pueblo cercano al monasterio. En este pueblo había al menos tres más pero esta casa se ha conservado bastante bien y guarda al menos dos curiosidades: su color y la presencia de un relieve en la jamba de la puerta principal.


Casa llamada "de las muñecas" en Garganta la Olla (pulsar encima para ampliar)

Se dice que el color azul era el propio de este tipo de establecimientos y parece ser que la casa tiene un patio interior donde había una balaustrada donde se mostraban las mozas, así como un ventanuco alto a un lado de la puerta, hoy tapiado, para que se pudiera mirar desde fuera sin desmontar del caballo. La figura femenina tallada en la jamba de granito era también una señal del oficio. Los prostíbulos pagaban sus impuestos al municipio y aparentemente eran tolerados sin mayores problemas, al contrario que la prostitución callejera, fuera de los burdeles. Este que les comento está en una esquina de la plaza mayor del pueblo, no en los arrabales donde era costumbre situarlos en otros lugares.
A la muerte del emperador no parece que la función se perdiera ya que esta zona era bastante transitada y existía amplia demanda de servicios sexuales. Tal vez el mayor apuro llegara en 1623 cuando Felipe II promulgó una pragmática prohibiendo las "casas públicas donde las mujeres trafiquen con sus cuerpos". Como es fácil suponer, la norma de Felipe II tuvo la misma eficacia que la ley seca en los EE.UU.
IV.
Valga este post para manifestar mi decepción por el mal estado de este pueblo declarado Conjunto Histórico-Artístico en 1982. Cualquiera que pasee por sus calles verá los desaguisados constructivos y la ruina de muchos edificios antiguos. Peor es, en mi opinión, la falta de sensibilidad ante las casas que se suponen emblemáticas y más dignas de visita. No les voy a poner fotos para no mostrar lo feo pero hay ejemplos de fachadas históricas que acumulan señales de tráfico, cables eléctricos, cajas de empalmes y carteles informativos. Ni hecho adrede. La foto de arriba, por cierto, ha sido retocada para quitar estos elementos y que la casa se vea como podría ser si hubiera sido un poco más respetada.

26 octubre 2010

Los 10 peores desastres de la historia de la ciencia

Me hago eco de un estupendo post de Eduardo en su blog La revolución naturalista. Recomiendo que le hagan una visita. Por mi parte reconozco que no tenía ni idea de los "desastres" 1 y 5 y desconocía bastantes detalles de algunos de los demás.

Demócrito

27 mayo 2009

Fragmentos de historias

El monasterio de San Juan de los Reyes está en Toledo. Tiene una gran historia, claro. Pero también revela restos de otros pasados menos reflejados en los libros. La gárgola de abajo es sólo una de las que rodean el claustro del monasterio. Cada una es diferente y puede suponerse que cada una fue cincelada cuidadosamente por un artesano que pensó la forma, buscó la piedra, la rebajó golpe a golpe y la fijó en su lugar desafiando el obvio desequilibrio. Me gusta pensar que el primer día que llovió se quedó observando desde los soportales del claustro como el agua comenzaba a manar de las bocas de sus extraños seres.

Otras historias entre las muchas posibles están al salir del edificio. Por ejemplo, sobre algunos de los muros exteriores se fijaron hace tiempo trozos de cadenas.

Cada uno de esos trozos es parte de la vida de alguien que estuvo cautivo hace más de cinco siglos. Iglesia y monasterio de construyeron a finales del siglo XV por orden de los Reyes Católicos. Según avanzaba la Reconquista se fueron liberando prisioneros de las cárceles del Sur, hasta llehar a Granada. Algunos de ellos conservaron las cadenas que les habían mantenido presos y las dieron como exvotos a la iglesia. Son las que hoy aún cuelgan en las fachadas.

20 abril 2009

Desde el aire hace 60 años

Las primeras campañas de fotografía aérea que cubrieron España de forma completa fueron realizados por el Ejército de los EE.UU. Una de esas series se conoce con el nombre, cargado de razón, de "vuelo americano" y se realizó en los años 1956 y 1957. Los fotogramas del "vuelo americano" han sido muy utilizados para estudios territoriales ya que nos retrata el país hace más de 50 años. Aparte del nombre coloquial, la denominación oficial del conjunto de fotos es "Serie B".
Y se preguntarán ustedes sagazmente: si hay una "Serie B" ¿no debería haber una "Serie A"? La respuesta es que sí, sólo que es mucho menos conocida. La Serie A se hizo entre 1 de febrero de 1945 y el 6 de septiembre de 1946 lo cual fue posible gracias a un acuerdo bilateral entre los gobiernos de España y los EE.UU. firmado a finales de 1944, a un año del final de la II Guerra Mundial. A los EE.UU. les interesaba tener cubierto un territorio que presumía estratégico a pesar de que no existía una especial afinidad entre ambos países y España conseguía ayuda para la modernización de algunos aeropuertos así como disponer de una cobertura fotográfica que por sus propios medios estaba muy lejos de conseguir.
La Serie A constó en su momento de 435 rollos de película fotográfica en blanco y negro, estimándose un total de unos 30000 fotogramas. El tiempo ha castigado la colección y 86 rollos se han perdido totalmente (no hay negativos ni copias positivas) y de 141 se han perdido los negativos aunque parece que sí han sobrevivido copias en papel. No se sabe gran cosa de las características técnicas de vuelo, sólo que la altura de las tomas estuvo entre los 5700 m (rollo 13) y los 8800 m (rollo 234) y que las focales de los objetivos estaban entre los 151 y 155 mm.
Últimamente estoy a la caza y rescate de este tipo de documentos y un amigo me ha pasado los primeros fotogramas de Mérida, realizados en octubre de 1945. Tenía ganas de enseñarles los resultados y para ello he hecho un montaje rápido y no muy escrupuloso de tres fotogramas que muestran la parte sur de la ciudad tal como era hace 64 años.

Mérida Sur en 1945 (pulsar encima para ampliar, para obtener una imagen grande, de 3.8 Mb, pulsar aquí)

La imagen está orientada de forma que el Sur está en la parte superior. Cruzando el río se ve el puente romano. de casi 800 m, y en su extremo visible el gran recinto de la amurallada alcazaba árabe, construida en el 835. Los que conozcan la zona verán en su interior (centro derecha) la sombra que proyecta la cubierta del aljibe.También son fácilmente identificables la plaza de toros en la periferia urbana y el teatro y anfiteatro romanos ya restaurados (construidos en el año 15 d.C. y 8 a.C. respecticamente, su primera restauración de José Ramón Mélida se hizo a partir de 1910).
Referencia: he sacado los datos sobre el vuelo del artículo: Fernández, F., Quirós, F., 1997, El vuelo fotográfico de la "Serie A", Ería, 43: 190-198.
Nota: existen vuelos anteriores a la Serie A pero son locales, no generales. Por ejemplo, en Murcia se realizó el vuelo llamado hoy "Ruiz de Alda" entre 1928 y 1932 por encargo de la Confederación Hidrográfica del Segura. Dicho vuelo ha sido recuperado recientemente tal como se comenta en la página del proyecto.

04 marzo 2008

Mary Moffat

Apenas fue un detalle en una historia más grande. Apareció su nombre y me puse a buscar.

Mary nació en Griquatown, Sudáfrica, en 1821. Eran tiempos difíciles y a ella le tocó ser la mayor de diez hermanos, hijos de Robert Moffat y Mary Smith. Robert era misionero (de la London Missionary Society) y tenía 26 años cuando nació su hija, lo mismo que Mary Smith.

Mary Moffat se casó a los 23 años con otro misionero, escocés al igual que su padre, al que siguió abnegadamente en su misión evangelizadora. Las expediciones los llevaron cada vez más al norte, ya que su marido deseaba pasar el desierto del Kalahari, entonces terra ignota. Este viaje se realizó en 1849 y duró dos meses durante los cuales Mary, embarazada, y tres hijos pequeños, Robert, Agnes y Tom, lo acompañaron. Su cuarta hija murió al poco de nacer. Mary cae enferma y vuelve a Inglaterra para recuperar su salud pero no soporta la separación de su esposo y se reune de nuevo con él en Shupanga, a orillas del río Zambeze. La vuelta es nefasta: Mary cae enferma de nuevo y muere a los pocos días. Era el 27 de abril de 1862. Tenía 41 años.

Esta breve historia refleja el duro papel que muchas mujeres representaron sin pasar a la posteridad. De Mary Moffat apenas se encuentran datos y eso que sus padres fueron relativamente conocidos por su labor misionera. Eso sí, no tanto como su marido, David Livingstone.

31 diciembre 2007

El nacimiento de un alfabeto

Para fin de año un post de digestión lenta

Nota: no todos verán las letras y sílabas del idioma en cuestión. Yo los veo sin problemas pero ya me han avisado que otros no. El hangul tiene códigos asignados para su visualización en páginas web pero desconozco cómo cargarlos. Si no ven los ejemplos que les pongo aquí visiten los dos enlaces del final del post.

Las escrituras legítimamente originales parecen ser sólo dos: la cuneiforme sumeria y la mesoamericana, probablemente surgida en el sur del actual México. Podrían serlo también la china (probable) y la egipcia (menos probable) pero todas las demás han sido evoluciones, préstamos o imitaciones de las anteriores. Esto es, a la larga, una circunstancia afortunada porque permitió el desciframiento, por comparación, de algunas que se perdieron hace tiempo (véase el post 1953, una aventura intelectual, sobre el desciframiento de la Lineal B).

Las escrituras evolucionan en el tiempo y componen códigos más o menos flexibles, más o menos ambiguos, más o menos complejos. Algunas son logográficas, otras silábicas, otras alfabéticas, muchas son mezcla de las anteriores. No hay escritura perfecta desde el punto de vista de la eficacia porque son el resultado de una larga y azarosa evolución en la que no existe eso de la "selección natural".

Pero hay un caso excepcional que quiero traerles aquí en este fin de año. Se trata de una escritura creada artificialmente con el objetivo de dotar a una lengua preexistente de ese recurso imprescindible para que la experiencia perdure y se transmita a lo largo de las generaciones.

Este caso se remonta al siglo XV y se llama hangul. Es el alfabeto coreano, formado esencialmente por 10 vocales y 14 consonantes. La propiedad más notable del hangul es que fue creado ex novo bajo el reinado y mecenazgo del rey Sejong y fue declarado oficial en Corea en 1446. El significado que atribuyen a su nombre original deja claras las intenciones del invento: "sonidos correctos para la instrucción del pueblo". Sejong, nacido en 1397, rey a los 21 años, y erudito hasta su muerte a los 51, juzgó necesario superar las dificultades que la complicada escritura china suponía en su país y decidió que el idioma coreano debía escribirse con un sistema nuevo, simple, fácil de aprender y adaptado a la lengua hablada.

La planificación fue excelente: una escritura estrictamente fonética con un número limitado de letras; estas se agrupan en bloques silábicos que, con un orden preciso, forman grupos claramente identificables. Las sílabas se agrupan para formar las palabras que se separan por espacios. Esto puede parecer evidente pero recordemos que en las escrituras actuales hay de todo: algunas prescinden de las vocales, otras cambian su grafía en función del contexto, en otras el mismo signo puede tener diferentes sonidos o el mismo sonido puede corresponder a diferentes signos. Nada de esto se aplica al hangul.

Por ejemplo, una palabra importada (e internacional), banana, se escribe como su transcripción fonética:

바나나

donde la primera sílaba 바 está formada por la consonante ᄇ equivalente a la b y la vocal ᅡ equivalente a la a. Las dos sílabas siguientes son obviamente iguales, con la consonante ᄂ equivalente a la n y se repite la misma vocal. Este, aunque real, es un caso fácil porque al transcribirse la palabra sin modificaciones, la traducción coincide con la transliteración.

En hangul, las sílabas pueden estar formadas por un mínimo de dos letras (consonante y vocal) y un máximo de cuatro. Por ejemplo, la propia palabra hangul, que denomina al alfabeto en coreano está formada por dos sílabas de tres letras:

한글

La primera es 한 (han), formada por las letras ᄒ, ᅡ y ᄂ y la segunda es 글 (gul), formada por las letras ᄀ, ᅳ y ᄅ, y cuya vocal intermedia ᅳ se transcribe también como eu.

Se observa que las sílabas forman siempre un grupo compacto. También comienzan siempre por una consonante, C, (aunque puede ser la muda ᄋ) seguida de una vocal, V. Si esta vocal tiene forma gráfica vertical se escribe a la derecha de la consonante y debajo si tiene forma horizontal. Si la sílaba tiene más de dos letras, las restantes son consonantes. Es decir, la estructura silábica sólo puede tomar las formas CV, CVC y CVCC donde la primera consonante puede ser muda. Veamos unos pocos ejemplos de sílabas (de aquí):

  • está formada por la consonante k y la vocal ah y se pronuncia Kah
  • está formada por la consonante k y la vocal oh y se pronuncia Koh
  • está formada por ㄷ (t), ah y la consonante final ㄹ (l) y se pronuncia Tahl.
  • está formada por t, oh y l: Tohl.

Esta escritura representa todos los sonidos del idioma y se estructura de una forma sencilla y sin ambigüedades. Posiblemente por eso los estudiantes no tienen dificultades en aprender a leer y a escribir en comparación con chinos y japoneses, cuyas escrituras son de auténtica pesadilla en comparación con el hangul. Recordemos, aunque su relación con esto sea difícil de establecer, que Corea del Sur está en los primeros puestos del Informe Pisa en lectura (2º), ciencia (4º) y resolución de problemas (1º).

Y mientras pasa el día, les deseo a todos 행복한 새해 (seguro que no se escribe así pero la intención es lo que cuenta).

Un diario coreano actual

Notas: En Omniglot puede encontrarse más información sobre el hangul. Yo he usado esta página para escribir y obtener los códigos html correspondientes a las sílabas e incluirlos en este post.

13 abril 2007

Formas de viajar

Rebuscando en una librería de viejo en Oviedo encontré y compré los dos volúmenes encuadernados en tela de "La expedición botánica al Virreinato del Perú (1777-1788)". Una aventura característica de la Ilustración donde se ejercía una conducta, hija de los tiempos, que hacía compatible la recogida de datos florísticos y etnográficos con la depredación arqueológica. En otro momento comentaremos alguna peculiaridad de esta expedición, como la importancia del comercio de la quina (corteza de varias especies de quino, todas del género Cinchona, parece que bautizado así por Linneo para recuerdo de la condesa de Chinchón, esposa del Virrey del Perú, a quien curó de la malaria allá por el año 1638) o los avatares de los expedicionarios en su periplo y a su vuelta a España.
Pero mi intención de hoy es traerles la figura de abajo que creo muestra como desde Europa se establecía nítidamente el estatus de cada quien y cada cual. En defensa de los botánicos diré que no me consta que el petimetre del sombrero de copa lo sea. Más bien parece tratarse de una forma de transporte general ya que el dibujo tiene por pie:
"Modo de cargar los Indios á los q.e caminan p.r tierra de Quito á Napo".


25 marzo 2007

El viaje del Nautilus

Todo el mundo sabe que Robert Edwin Peary y sus acompañantes fueron los primeros en alcanzar el Polo Norte, allá por abril de 1909. El Polo Sur le correspondió a Roald Amundsen en diciembre de 1911, mientras que Robert Falcon Scott y su equipo lo alcanzaron apenas un mes después muriendo en la vuelta.
Pero poca gente sabe que William R. Anderson capitaneó el primer equipo que alcanzó el Polo Norte por debajo de la capa de hielo que cubre el Océano Ártico.
Y es que el Nautilus existió. Fue un submarino de propulsión nuclear estadounidense con nombre USS Nautilus SSN 571. Fue botado el 21 de enero de 1954 y detuvo sus máquinas definitivamente 25 años después, en marzo de 1980. Nunca entró en combate.
La aventura comenzó el 22 de julio de 1958 en la famosa base Pearl Harbor en Hawai cuando zarpó rumbo Norte con una tripulación de 116 hombres en cumplimiento de una misión secreta llamada Sunshine. No era la primera vez: el año anterior lo habían intentado pero los hielos les cerraron el paso en las aguas poco profundas del Mar de Chukchi, al Norte del estrecho de Bering. En cierto momento pasaron entre el fondo marino y un enorme témpano flotante con apenas un par de metros de holgura lo cual fue suficiente para que Anderson ordenara dar media vuelta y esperar tiempos mejores. Estos llegaron al verano siguiente. Después de intentar meterse bajo la banquisa por el mismo lugar que el año anterior lograron llegar al mar Barrow que hoy podemos ver en directo a través de una webcam. Allí encontraron aguas profundas y avanzaron hacia su objetivo.

Batimetría del Océano Ártico, desconocida en los años del viaje. Los azules más oscuros señalan mayor profundidad (hasta 4500 m aprox.)

Finalmente, el 3 de agosto de 1958, el Nautilus llegó al Polo Norte geográfico. Un lugar sin características especiales, en medio de la nada, donde la temperatura del agua era exactamente 0 ºC y la profundidad 4089 m. La travesía en inmersión continua fue de 1830 millas, casi 3400 km, y se realizó en 96 horas. Anderson envió más adelante (las transmisiones eran imposibles sumergidos) un mensaje al jefe de Operaciones Navales en un buen ejercicio de síntesis: “Nautilus 90º Norte”.
Derrota aproximada del Nautilus en su viaje bajo la banquisa ártica

¿Por qué hubo que esperar a la propulsión nuclear para el fantasmal viaje bajo la banquisa boreal? Básicamente porque en los submarinos convencionales es necesario salir a la superficie periódicamente (o al menos sacar un snorkel) para recargar los acumuladores mediante sus motores diesel que, además, necesitan oxígeno para funcionar. Un viaje en inmersión tan largo era imposible. Los submarinos atómicos no tienen esa necesidad y además son más rápidos, algo conveniente para recorrer 3400 km sumergido. También fue necesario perfeccionar los girocompases y sistemas inerciales de navegación, avances que luego serían muy útiles en usos civiles.

En algún sitio, hace años, encontré la lista de nombres que formaban la tripulación del Nautilus. Nemo no estaba pero sí anoté a un tal Stepherd M. Jenks, oficial de derrota, que tuvo la difícil pero crítica tarea de saber dónde diablos había que ir ya que a latitudes altas la brújula no funciona y los giróscopos necesitan atención constante para no caer en lo que se llama la “ruleta de las longitudes”, una desorientación de los instrumentos que puede acabar haciendo que el submarino de continuas vueltas al Polo sin poder definir el rumbo ni la posición.

El USS Nautilus navegando en superficie

28 diciembre 2006

Libros, grutas y arqueólogos

Donde un arqueólogo consigue la biblioteca perdida

A la famosa biblia de Gutenberg le corresponde el honor de ser el primer libro impreso con el sistema de tipos móviles, mientras que anteriormente era necesario esculpir, generalmente en madera, las planchas que se usarían para imprimir en serie cada página. Pero eso fue en Europa. Como en todas estas cosas, en el continente asiático todo se había hecho antes. Parece que los tipos móviles habían sido inventados por un tal 畢昇 (pronúnciese ) allá a mediados del siglo XI y que eran de arcilla endurecida al fuego.
Pero hoy quería hablarles del libro impreso más antiguo que se conoce y de su peculiar aventura. Se trata, cómo no, de un libro chino y ha podido datarse con exactitud: año 868, hace 1138 años.
La historia comienza en un lugar perdido en medio del desierto del Gobi, a cuatro días de camello de Dunhuang, una población del Norte de China donde confluían los caminos norte y sur de la Ruta de la Seda (8000 km de nada para conectar todo el Sur del continente asiático). Ese lugar se ha llamado de varias formas; entre ellas las Grutas de los Diez Mil Budas o, con algo menos de espectáculo, las grutas de Mogao. Se trata de un gran complejo de santuarios excavados en un cortado rocoso de algo más de 1.5 km de longitud. Fue un lugar estratégico donde los viajeros invocaban protección ante el incierto futuro que suponía internarse en el desierto de Taklamakan o, para los que hacían la ruta de Oeste a Este, para agradecer el regalo de haber sobrevivido.
El origen de los santuarios se remonta a mediados del siglo IV, cuando al monje Lo-tsun se le aparecieron mil Budas simultáneamente convenciéndole, supongo que por abrumadora mayoría, de la oportunidad de decorar las grutas con imágenes y textos sagrados. Poco a poco las grutas existentes fueron decoradas hasta alcanzar más de mil, de las cuales quedan actualmente algo menos de la mitad.
Este lugar atesoró pinturas y esculturas durante más de un milenio, circunstancia desconocida para los europeos hasta primeros del siglo XX. Antes había estado allí algún aventurero y explorador como el ruso Nikolai Mikhaylovich Przhevalsky, o el húngaro Lajos Loczy, ambos pioneros en la exploración de las remotas regiones del Tibet e Himalayas (remotas para nosotros, claro).

Una pequeña parte de las grutas en una foto antigua
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El caso es que un 12 de marzo de 1907 apareció en Dunhuang un notable personaje llamado Marc Aurel Stein. Stein fue un explorador sobresaliente que acabó siendo nombrado Sir por el gobierno británico (aunque era húngaro de nacimiento) y doctor honoris causa por Oxford y Cambridge, además de obtener la medalla de oro de la Royal Geographic Society. Nada raro porque Stein abasteció durante décadas al Museo Británico con tesoros traidos de sus expediciones al Taklamakan, en viajes imposibles donde lo mismo atravesaba el Karakorum que excavaba en invierno con temperaturas glaciales.

Stein con su perro y su peculiar equipo arqueológico
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Stein quería ver las grutas poco menos que en plan turista porque acababa de descubrir en las profundidades del desierto de Lob lo que parecían ser restos del extremo occidental de la Gran Muralla (y que, por cierto, lo eran, con 2000 años de antigüedad y 500 km de longitud).
Allá le cotillearon que había un monje llamado Wang Yuanlu que ejercía de guardián de las grutas y que había encontrado una biblioteca en una cueva antes desconocida. Al oir la historia, a Stein se le pusieron las orejas como a un perro perdiguero y se acercó a las cuevas para encontrar que el monje estaba ausente y que la gruta en cuestión estaba cerrada a cal y canto con una sólida puerta.
Mientras esperaba al monje taoísta, le contaron que había miles de manuscritos y que la puerta había sido puesta por orden del gobernador de la provincia, al que había llegado la noticia.
Stein se dedicó en las semanas siguientes a engañar al monje. Primero le ofreció dinero (donaciones para restaurar el lugar), intentó halagarle fingiendo lo interesado que estaba en las restauraciones (parece que horribles) y finalmente logró interesarle hablandole de un santo que reverenciaba, Con esta última estrategia consiguió ganar su confianza hablándole de los lugares que había visitado en pos del santo (muy viajero al parecer). Wang acabó enseñándole algunas pinturas donde el santo salvaba libros sagrados sacándolos de India y llevándolos a China lo que sirvió para convencerle de que Stein había llegado en el momento justo de examinar los antiguos textos y sacarlos del olvido. El momento en el que Wang abre la cueva a Stein queda reflejado en su relato: “una apretada masa de manuscritos enrollados y apilados en estratos sin orden surgió bajo la luz de la pequeña lámpara del monje. Alcanzaban los tres metros de altura y llenaban ciento cincuenta metros cúbicos como pude medir posteriormente” (luego se supo que contenía unos 40000 documentos).
Wang no le dejó sacar los manuscritos aunque sí examinarlos uno a uno en una pequeña cueva vecina. A eso se dedicó Stein durante meses, encontrando que los rollos estaban en un perfecto estado de conservación. Seleccionaron cientos de ellos convenciendo a Wang de que los llevarían a un “templo del saber” en Inglaterra a cambio de una donación al santuario. Al cabo de un año y medio, una pequeña caravana con 24 cajas llenas de manuscritos y 5 más con pinturas sobre seda llegaron a la British Museum Library (luego British Library).
Entre estas riquezas estaba el Sutra del Diamante, el libro impreso más antiguo que se conoce. La datación se debe a que la fecha está escrita en el rollo de casi cuatro metros de largo: “décimotercer día del cuarto mes del noveno año de Xiantong” que, con la misma velocidad que yo, habrán identificado sin dificultad como el 11 de mayo del 868.
El rollo está impreso a partir de 7 bloques de madera. La técnica era, al parecer, pintar los caracteres sobre papel. Este se superponía a un bloque de madera con lo que se transfería la imagen especular de lo escrito. Sólo quedaba rebajar a mano la tabla para poder imprimir cientos o miles de copias. Actualmente, el Sutra del Diamante se expone en el Museo Británico muy cerca de la biblia de Gutenberg. Lógicamente, mientras Stein fue un arqueólogo heroico para Occidente, en China se le considera un vulgar saqueador.
Pero no se retiren aún. Rebuscando por internet encuentro un par de maravillas. La primera es el Digital Archive of Toyo Bunko Rare Books, donde encontramos el original escaneado y pasado por OCR de The Thousand Buddhas de Stein con magníficas imágenes. La otra es el Sutra del Diamante también escaneado y que podemos desenrollar a voluntad en Turning the pages de la British Library junto con otros 14 libros excepcionales. Finalmente, la Biblia de Gutenberg no ha sido menos y ha sido digitalizada por la Universidad de Texas.

Actualmente The International Dunhuang Project está en proceso de digitalización de miles de documentos dispersos por varios países. Piérdanse un rato por sus páginas y que tengan un buen año.

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